Empiezo a extrañar aquellos días en que la gente se acercaba a comentarme: “Entrevista a mi primita que acaba de ganar el reinado del centavo” o “por qué no entrevistas a mi vecina que regresó de estudiar un doctorado en una cosa que no sé bien que es pero nadie más tiene ese título en Panamá”. Algunos temas eran muy interesantes. Otros, solo lo eran en la casa de estas personas.

Ahora, me toca escuchar propuestas que tienen un factor en común: “¿Por que no entrevistas a Sutanita. Ella hace videos y tiene chorromil seguidores en Twitter?”. O “Pon en portada a mengana tiene cientomil seguidores en Instagram”.

Qué tiempos aquellos en que la gente intentaba presentarme gente con introducciones como: “hay un grupo de voluntarias que enseña a dibujar manga a los niños del barrio”, “conozco a la señora que hace la mamallena más sabrosa de Panamá” o “mi amiga es una experta en organizar cajones de medias”.

A lo que me refiero es que me hablaban de la gente por sus habilidades, talentos o por su aporte a la comunidad. No por sus números.

No ignoro que llevar las redes sociales y saber cómo hacerlas crecer es importante hoy. Bastante. Las redes, además, han abierto puertas a muchas personas. Tener más seguidores es ser popular y la popularidad no puede ser la única medida de valor.

Ver a las personas y juzgarlas así encima no es de ahora. Antes de Facebook, muchas veces escuché: “Entrevístala porque es muy bonita y saldría muy bien en la foto” o “entrevístala porque aparece en la televisión y todo el mundo la conoce”.

Antes y ahora ha habido profesionales, grupos y personas que realizan tareas interesantes, que aportan al país y no necesariamente son famosos o populares, no tienen miles y miles de seguidores. Tal vez porque no pueden dedicarle más tiempo a sus redes sociales o por qué sus temas no son muy populares.

Sigo necesitando que me recomienden entrevistadas y conocer nuevas historias de vida. Pero me gustaría que antes de mencionarme sus seguidores, me cuenten un poco de esta persona: ¿te hace reír porque hace chistes de mamás primerizas?, ¿comparte dónde están los mejores baratillos de Panamá?, ¿habla a las niñas sobre protegerse del ciber acoso? Todos tenemos que aportar pero insisto, ese valor no se mide solo por un número.