Hay momentos en la vida en los que sabemos perfectamente qué queremos lograr, pero nos paraliza la falta de claridad sobre cómo hacerlo. Esta brecha entre el “qué” y el “cómo” es un obstáculo común, pero superarlo es el primer paso para convertir un sueño en una realidad.
Imagina que tu objetivo es una ciudad a la que quieres llegar. Sabes su nombre y su ubicación en el mapa, pero si no tienes las rutas o los medios para llegar, te quedas inmóvil. El “cómo” es esa ruta. Es la guía, el proceso, el conjunto de pasos que te llevarán de tu estado actual al estado deseado.
La buena noticia es que, aunque el camino no sea obvio, siempre hay una forma de trazarlo. El primer paso es aceptar que el “cómo” no tiene que ser perfecto desde el principio. La perfección es el enemigo de la acción. En lugar de buscar una solución única e infalible, la clave está en el movimiento.
Tres Pilares para encontrar tu “cómo”
Investiga y aprende: La información es poder. Si no sabes cómo hacer algo, es probable que alguien ya lo haya hecho. Busca libros, artículos, cursos, tutoriales y podcasts. Conecta con personas que ya han recorrido un camino similar al tuyo. Su experiencia puede darte las pistas que necesitas para dar los primeros pasos. Como se menciona en el documento, es importante invertir en tu educación. Esto no solo se refiere a una educación formal, sino a cualquier tipo de aprendizaje que te acerque a tu objetivo.
Divide y conquistarás: Un objetivo grande puede ser abrumador. La mejor estrategia es dividirlo en pequeñas tareas manejables. Por ejemplo, si tu “qué” es escribir un libro, el “cómo” no es simplemente “sentarme a escribir un libro”. En su lugar, el “cómo” se convierte en una serie de pasos: “crear un esquema de capítulos”, “escribir 500 palabras por día”, “investigar el mercado editorial”. Estos pequeños pasos son menos intimidantes y te dan una sensación de progreso constante.
Inicia y adapta: El proverbio chino, “El mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años. El segundo mejor momento es ahora”, es una lección fundamental. No esperes el momento perfecto.
Inicia con lo que tienes, donde estás. A menudo, el “cómo” se revela a medida que avanzas. El primer paso no tiene por qué ser el correcto, pero te dará la información necesaria para ajustar tu curso. El proceso de cambio es continuo y requiere adaptación. “Innova”, se trata de incorporar novedades y modificar elementos existentes para mejorarlos.
Un llamado a la acción
Superar la brecha entre el “qué” y el “cómo” es un acto de valentía y curiosidad. Requiere que dejes de lado el miedo a lo desconocido y te comprometas con el proceso de aprendizaje. El “cómo” no siempre está claro, pero al investigar, dividir el camino en pasos pequeños e iniciar la marcha, descubrirás la guía que necesitas para transformar tus ideas en realidad.
¿Con cuál de ellos te has sentido identificada?
¡Te leo!

