Las vacaciones son un tiempo esperado por todos, pero también un desafío para muchos padres. La rutina escolar desaparece, los niños tienen más horas libres y, en medio de nuestras ocupaciones, la tentación más fácil suele ser entregarles una tablet o dejarlos frente al televisor. Sin embargo, cuando las pantallas se convierten en la actividad principal, los niños pierden oportunidades valiosas de estimular su creatividad, su movimiento y sus sentidos.

Siempre le digo a las familias: no se trata de prohibir, sino de ofrecer alternativas atractivas. Aquí te comparto algunas ideas para organizar los días de vacaciones sin que tus hijos pasen pegados a las pantallas.

1. Comienza con una rutina matutina creativa

El desayuno puede ser mucho más que sentarse a comer. Aprovecha este tiempo para cocinar juntos: preparar pancakes con formas divertidas, cortar frutas de diferentes tamaños o inventar tostadas coloridas. Además de alimentarlos bien, fortaleces la conexión familiar y estimulas la motricidad fina.

2. Exploren el mundo afuera

Salir al parque o dar una caminata puede convertirse en una aventura. Propón a tus hijos recolectar hojas, piedras o flores y, al regresar a casa, transformen lo que recogieron en arte: pinten hojas sobre papel, conviertan las piedritas en pequeños “tesoros” decorados o jueguen a los piratas escondiendo y encontrando esos tesoros con un mapa hecho por ustedes.

3. Juegos que invitan a pensar y compartir

En la tarde, los juegos de mesa son una excelente opción. Monopolio, Uno, parchís o cualquier dinámica en grupo permiten a los niños aprender turnos, negociar, conversar y hasta resolver conflictos de manera divertida. Estos espacios refuerzan habilidades sociales que ninguna pantalla puede ofrecer.

4. Estimula sus sentidos con actividades manuales

A los niños les encanta experimentar con texturas. Haz masilla casera con harina y sal, congela pequeños juguetes dentro de globos con agua para que luego los rescaten como si fueran exploradores en “la era del hielo”, o juega con legos y bloques de construcción. La clave es ofrecer materiales sencillos que despierten su curiosidad.

5. Pantallas sí, pero al final del día y con límites

No es realista ni necesario eliminar las pantallas por completo. Lo recomendable es que los niños tengan tiempos claros y controlados de exposición. Por ejemplo, pueden ver una película en familia al final de la jornada como un premio después de un día lleno de actividades creativas. La diferencia está en que la pantalla no sea la primera ni la única opción.

Reflexión final

Los niños buscan pantallas cuando se aburren, y el aburrimiento es natural. Lo importante es que como adultos seamos creativos en proponer alternativas. Montar bicicleta, jugar con la pelota, inventar un tesoro escondido, leer un cuento antes de dormir… todas son experiencias que nutren su desarrollo, fortalecen la familia y reducen la dependencia tecnológica.

Estas vacaciones, no se trata de llenar la agenda con actividades costosas, sino de regalarles tiempo de calidad, movimiento y juego significativo. Esa es la mejor forma de acompañar a tus hijos y cuidar su desarrollo.

* La autora es licenciada en Fonoaudiología con más de 15 años de experiencia trabajando con niños con diversas neurodivergencias. Directora de Integrapanama.org y consultora experta de Método Tomatis.

* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.