El sol había salido ese día, pero más tarde llovió “un poquito”. En Volcán, distrito de Tierras Altas, provincia de Chiriquí, suele llover todas las tardes.

Leticia Almanza, una artista que pinta aves, mascotas y flores, estaba al otro lado de la videollamada desde su casa ubicada en la vía principal de Volcán. Era sábado 7 de noviembre, tres días después de las inundaciones y deslizamientos de tierra por las lluvias producto del huracán Eta, que ha dejado personas damnificadas en varios puntos de Tierras Altas. Afortunadamente, su casa no se vio afectada, pero solo a 10 minutos en carro, en el sector Las Perlas, hubo inundaciones y se quedaron sin agua.

Leticia contó que una amiga cuyo hijo había viajado con unos amigos al sector Guadalupe, en Cerro Punta, la contactó. El grupo de seis jóvenes, entre 25 y 30 años, estaban en esa zona turística y desde que sucedió la tragedia su amiga no había tenido comunicación con su hijo. A través de lugareños que tenían conocidos en Guadalupe, Leticia logró saber que el hijo de su amiga -y compañía- estaban bien; la zona no se vio afectada, pero no podían salir de ahí. Leticia les hizo saber su dirección para que pudieran llegar hasta su casa cuando lograran salir. “Ellos estuvieron dos días atrapados arriba. No podían bajar porque les decían que el río se desbordó, que la zona estaba afectada. Ellos no sabían qué estaba pasando, no tenían internet, no había señal. Cuando limpiaron un poco la calle, que quitaron lodo y escombro, ellos se fueron caminando desde Guadalupe hasta Paso Ancho“, narró Leticia, al detallar que ese trayecto es largo, de unos 20 minutos en carro.

En Paso Ancho Sinaproc habilitó un puesto de atención para los afectados. A los jóvenes les dieron agua y comida. Desde ese puesto fueron trasladados en carro a la casa de Leticia. “Llegaron nerviosos”, recuerda. Recibió al grupo el viernes 6 de noviembre, un día antes de esta entrevista. En el camino de Guadalupe a Paso Ancho los muchachos vieron todo destruido. “Ellos no sabían la magnitud del desastre. Me decían: ‘el río se llevó todo’. Veían gente llorando y lamentando que se les había desaparecido alguien”. Leticia describió que a los jóvenes se les veía “la tristeza, el cansancio y la agonía” por no poder comunicarse con sus familiares.

En casa de Leticia se asearon y descansaron. Estuvieron unas dos horas hasta que llegaron tres carros a buscarlos. De uno de esos carros se bajó la mamá de una de las jóvenes que estaba en el grupo. Se abrazaron en llanto, evocó Leticia aún conmovida. Les dieron las gracias.

Comunidad organizada brindando ayuda

Con todo lo sucedido en Tierras Altas, una amiga le hizo una donación de 200 dólares a Leticia para que pudiera comprar comida para los afectados. El sábado en la mañana se fue hasta Volcán centro, a unos 30 minutos caminando desde su casa, para sacar el efectivo. En ese punto fue donde se detuvo a ver cómo una caravana de pickups se dirigía con ayuda humanitaria hacia Cerro Punta. “Fue estremecedor, me conmocionó. También se veían y se escuchaban los helicópteros del Comando Sur de Estados Unidos”, comentó Leticia, quien logró captar esa escena en fotos y video. Luego regresó caminando a su casa y fue al supermercado cercano para hacer la compra con el dinero donado.

 

 

Los carros con ayuda humanitaria camino hasta Cerro Punta. El video fue filmado esta mañana por Leticia Almanza, residente de Volcán. “Esto ha sido muy duro para todos nosotros aquí en Tierras Altas. Cerro Punta ha quedado destrozado”. @panama_bird_drawing

Una publicación compartida de Revista Ellas (@revistaellas) el 7 Nov, 2020 a las 9:24 PST

Residente en Tierras Altas, Chiriquí: ‘Hay mucho dolor y angustia’

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La misma comunidad se ha organizado para ofrecer ayuda y hacerla llegar a los afectados. Leticia no tiene carro por lo que otra persona de la comunidad fue a buscar en el supermercado lo que había comprado, y también buscó en casa de ella abrigos, ropa y frazada que había reservado con su mamá al saber lo que había pasado.

Todo lo recogido se llevó a una fonda donde preparan comida para los afectados, tanto los que logran bajar desde Cerro Punta como para los rescatistas de Sinaproc. “La comunidad ha improvisado fogones”, agregó Leticia. Señaló que entre las donaciones lo que uno menos piensa es lo que se necesita. “Lapices de colores, cuadernos para pintar, juguetes, pañales para bebé, cloro, mascarilla, alcohol. Esto nos está golpeando duramente“, dijo Leticia, al comentar que a los albergues han llegado personas con Covid que han tenido que trasladar a otros lugares. “Necesitan mascarilla, desinfectante, guantes -Sinaproc está necesitando guantes-, cepillo de dientes, pasta de dientes, jabón, desodorantes, latas de leche, bolsas de basura”.

Residente en Tierras Altas, Chiriquí: ‘Hay mucho dolor y angustia’

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Leticia tiene conocidos que han perdido amistades. “Hay mucho dolor y angustia”.

Desde su casa puede ver la montaña donde está río Sereno y apreciar el deslave de tierra que afectó Renacimiento, una de las partes afectadas de esa región.

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