‘Se una dama, se tu misma y se independiente’, le enseñó a Ruth Joan Bader su mamá. Así lo hizo la jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos que murió el viernes 18 de septiembre, a los 87 años. Tenía cáncer de páncreas.
En las escalinatas de la Corte Suprema de Justicia, la noche de su muerte se dejaron flores y encendieron velas para despedir a la mujer que a pesar de su tiempo se encumbró en su carrera y defendió la igualdad de derechos.
Por sus posturas y sus luchas la juez Ginsburg ha protagonizado un documental premiado, libros y películas. Además, se convirtió en motivo de camisetas y tatuajes, donde se resaltan sus frases, su modo suave pero firme y por supuesto sus simbólicos collares. Hasta tiene un gif o dibujo animado en las historias de Instagram. Su fama era motivo de reseñas como el artículo titulado Una juez de 82 años, el último ídolo de la Red publicado en 2015 por El País.
No ha faltado quien diga que toda esa bulla a su alrededor le hacía un flaco favor a ella y sus ideas, las trivializaba. Pero también fue una forma de acercarla a otros públicos.
Su madre le dio las herramientas para ser ella misma, despertó su curiosidad y la incentivó a leer. Destacó en sus clases y se graduó con honores. En el momento que le tocó convertirse en adulta, a principios del siglo XX, se esperaba que las mujeres como ella fueran a la universidad a encontrar esposo y convertirse en madres de familia.
Más adelante ella llegaría a decir que las diferencias de género que supuestamente protegían a la mujer no la mantienen en un pedestal si no que la colocan en una jaula.

Ruth Bader Ginsburg: la mujer que disintió
La segunda mujer en llegar a la Corte Suprema
Nominada por Bill Clinton, en 1993, Ruth Baden Ginsbur se convirtió en la segunda mujer en llegar a la Corte Suprema de Justicia. Antes de eso, durante los años 1970, logró ganar cinco de seis grandes casos que sentaron precedentes en el Tribunal Supremo para defender los derechos de mujeres y de hombres. Por ejemplo defendió a una mujer que peleaba por administrar la herencia de su hijo y también a un hombre que solicitaba una pensión después de enviudar.

Ruth Bader Ginsburg: la mujer que disintió
En el caso Estados Unidos frente a Virginia votó a favor de anular la política de admisión de solo hombres en el Instituto Militar Virginia, alegó que la ley no debería negar a las mujeres la misma oportunidad de aspirar, lograr y contribuir a la sociedad.
Aunque como jueza de la Corte Supremo se caracterizó la mayor parte de sus 27 años en el cargo por votar a veces del lado conservador y otras veces liberal, en la última década y conforme la Corte iba siendo más conservadora ella se volcó más al otro lado.

Ruth Bader Ginsburg: la mujer que disintió
Cuando iba a disentir de la mayoría conservadora solía llevar un simbólico collar que pronto se ha conocido como el collar de la disidencia. En 2018 el Tribunal, con siete votos a favor, falló en beneficio de un pastelero que se negó a hacer un dulce de bodas para una pareja homosexual, alegando que hacerlo iba contra su religión.
La jueza Sonia Sotomayor y Ruth Bader Ginsburg votaron en contra señalando que se violaba la ley antidiscriminación pues el pastelero se había negado a prestar el servicio que sí hubiera dado a una pareja heterosexual.
También votó en contra de un veredicto que negó la razón a una demandante que a lo largo de su vida laboral ganó 200 mil dólares menos que sus compañeros hombres a pesar de hacer el mismo trabajo y estar mejor calificada. Según la mayoría, su reclamo no tenía sustento porque habían pasado muchos años.
En los últimos años las nuevas generaciones descubrieron y encumbraron como ícono pop a Ginsburg. Hasta algunos la elegían como disfraz la noche de brujas. La apodaron Notorious R.B.G. una alusión al rapero Notorius B.I.G., fallecido en 1997.
Cuando le preguntaban por esa comparación la juez solía responder: “Los dos somos de Brooklyn”.

Ruth Bader Ginsburg: la mujer que disintió
Casada con un feminista
La jueza no habría podido progresar en su carrera sin el apoyo de su esposo. Esto lo ha dicho en varias ocasiones, incluyendo en un documental sobre su vida. Se encontraron en la universidad de Cornell y según ella él fue el primer hombre que apreció su inteligencia.
Juntos lograron ser aceptados en Harvard para estudiar leyes. Ella fue una de las nueve mujeres que entraron entre 500 hombres. En ese tiempo algunos consideraban que las mujeres que osaban entrar a la carrera le estaban restando oportunidad a los hombres. Era la década de 1950.
Cuando obtuvo su título, a pesar de sus calificaciones notables, las firmas privadas no querían contratarla porque era mujer. Obtuvo un cargo de profesora. Más adelante al salir embarazada fue bajada de rango. Así que la próxima vez ocultó su embarazo para no ser penalizada por ello, algo que entonces era legal.
Defendía la importancia de la familia y estaba en desacuerdo con aquellos que pensaban que una mujer debía sacrificarla, para tener una carrera.
Cuando su esposo fue diagnosticado con cáncer Ruth hizo lo imposible por cuidarlo y apoyarlo para que no reprobara el año. Ella conseguía los apuntes.
Años después cuando empezó a despegar la carrera de ella él la apoyo ocupándose de los hijos de ambos y siguiéndola a Washington. El preparaba las comidas. El murió en el año 2010.
En 2015 Ginsburg se atrevió a criticar al entonces candidato Donald Trump. Llegó a decir que no quería ni pensar en la posibilidad de su triunfo, ese tipo de críticas no debía hacerla una persona de su cargo durante la campaña. Después reconoció haber cometido un error al proferir esos comentarios..
¿Quién la sucederá?
Es el presidente de Estados Unidos quien designa a los jueces. Cuando el mandatario es demócrata su designación suele ser por una persona liberal; si es republicano como es el caso del actual líder Donald Trump, elige a un conservador.
Según recogió la agencia de noticias AFP, el Senado, liderado por los republicanos, podría confirmar un nombramiento a velocidad récord para garantizar una mayoría conservadora en la corte.
Esta posibilidad preocupa a los grupos liberales y en favor de los derechos de la mujer, de los migrantes y de las personas LGTB porque este tribunal tiene la última palabra en muchos de los temas más sensibles que dividen a Estados Unidos: desde el aborto, el uso de las armas de fuego, los derechos civiles y hasta la pena de muerte.
A dos meses de las elecciones en Estados Unidos esta elección bien puede colocarse en el centro de la campaña. Al día siguiente el presidente Trump urgió al Senado para votar a favor del candidato que va a proponer.

