“A cada venezolano: este premio es tuyo”, dijo en un comunicado la líder opositora María Corina Machado al aceptar el Premio Nobel de la Paz 2025.

La política, ingeniera industrial, profesora universitaria, ex diputada venezolana, fue galardonada este viernes 10 de octubre “por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.

Venezuela ahora cuenta con dos premios Nobel, siendo María Corina la primera mujer en recibirlo. En 1980, el médico, biólogo e inmunólogo venezolano Baruj Benacerraf obtuvo el Premio Nobel de Fisiología o Medicina.

La líder opositora venezolana es la séptima personalidad de Latinoamérica en recibir un premio Nobel de la Paz. El primer latinoamericano fue el argentino Carlos Saavedra Lamas, en 1936; le siguieron Adolfo Pérez Esquivel, también de Argentina, en 1980; Alfonso García Robles, de México, en 1982; Óscar Arias Sánchez, de Costa Rica, en 1987; Rigoberta Menchú, de Guatemala, en 1992; y Juan Manuel Santos, de Colombia, en 2016.

El Comité del Nobel afirmó que María Corina “cumple los tres criterios establecidos por Alfred Nobel para recibir el Premio de la Paz. Por su firmeza frente a la represión, por su defensa de una transición pacífica en Venezuela y por haber permanecido en el país pese a las amenazas”.

El Premio Nobel de la Paz se concede desde 1901 a la persona que ha trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos alzados y la celebración y promoción de acuerdos de paz. Y pese a su carácter altruista, el Nobel de la Paz, el premio más codiciado de la lista de galardones que concede el Comité Noruego, tiene una retribución de unos 819.900 euros (alrededor de 951,313 dólares).

En este 2025 lo ansiaban sobremanera el presidente Donald Trump, tanto que él mismo se había encargado de solicitarlo directamente en diversas ocasiones. Otro candidato fue la Corte Penal Internacional, la agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa)

Combativa Corina

María Corina nació en Caracas el 7 de octubre de 1967. Hace tres días cumplió 58 años y hoy recibe un premio Nobel.

Es líder opositora al régimen de Nicolás Maduro, fundadora y coordinadora nacional del movimiento político Vente Venezuela, cofundadora de la asociación civil venezolana Súmate e integrante de la plataforma Soy Venezuela.

Diputada de la Asamblea Nacional desde enero de 2011, fue la candidata con más votos en la historia de la Asamblea, candidata presidencial en las primarias opositoras de 2012, donde quedó en el tercer lugar. Y en 2013 cuando la oposición pensaba ganar con el candidato Henrique Capriles, al final, el Consejo Nacional Electoral dio la victoria a Nicolás Maduro.

María Corina Machado fue una de la caras visibles de la oposición venezolana en las manifestaciones posteriores al 12 de febrero de 2014 denominadas como La Salida,​ tras la detención de Leopoldo López en una prisión militar y su sometimiento al código de justicia militar, siendo imputado de diez cargos entre ellos de “instigación a delinquir”, “homicidio” y “terrorismo”.

En 2014, Corina aceptó el cargo de «representante alterna» de Panamá ante la Organización de Estados Americanos pero ese mismo año, el presidente de la Asamblea le notificó que había perdido su condición de diputada por 15 años, por una supuesta violación de los artículos de la constitución. Hasta el TSJ de Venezuela justificó en su sentencia la inhabilitación de Machado “por su participación en actividades perjudiciales para el Estado, como la promoción de sanciones internacionales”.

A pesar de la imposibilidad de inscribirse como candidata presidencial, precandidata presidencial en las primarias de la Plataforma Unitaria 2023 pese a que estaba inhabilitada, Machado ganó las primarias con más del 90 % de votos, el mejor resultado para una mujer en una elección. Y nuevamente en 2024, impedida para la elección, apoyó primero a Corina Yoris, que tampoco logró inscribirse y después le da su respaldo al diplomático Edmundo González Urrutia, desconocido hasta entonces, de la Unidad Democrática, a quien logra inscribir durante la prórroga que da el CNE.

Pese a que Machado no era la candidata presidencial, se mantuvo como la líder de la oposición al madurismo durante el proceso electoral. Es más, el tirón de Edmundo se debe al impulso y el apoyo de esta combativa y fuerte Corina Machado.

Secuestro

El 9 de enero de 2025, María Corina Machado es secuestrada violentamente por parte de las fuerzas de Nicolás Maduro tras una manifestación en Chacao, Caracas, donde Machado había reaparecido públicamente después de tres meses escondida.

El gobierno venezolano negó la detención de Machado, calificando las acusaciones de falsas. Human Rights Watch reconstruyó los hechos con fotos y videos del mismo día y confirmó que Corina había sido detenida. Machado respondió a las acusaciones judiciales contra ella diciendo: “En dictadura, mientras más débil esté el régimen, mayor será la represión”.

Liberal y defensora del libre mercado

A pesar de ser calificada de conservadora por muchos, ella se ha pronunciado a favor del matrimonio igualitario y la marihuana medicinal. Apoyó en el pasado las sanciones internacionales ante las crisis de gobierno, ha abogado por la intervención extranjera en Venezuela ya que Maduro no puede caer de manera democrática.

Está a favor de la privatización de Petróleos de Venezuela, siendo la primera política destacada en promover su privatización. A favor la despenalización del aborto para casos de violación, y apoya la eutanasia en ciertos casos pero afirma que no impondrá sus creencias católicas a la sociedad.

Vida privada

En cuanto se refiere a su vida privada, se muestra bastante discreta. El abogado constitucionalista Gerardo Fernández es su pareja desde hace 10 años.

Antes, entre 1900 y 2001 estuvo casada con el empresario Ricardo Sosa Branger, bisnieto del industrial francés Ernest L. Branger, que fuera el mayor empresario en Venezuela a principios del siglo XX. Con él tuvo a sus tres hijos, Ana Corina, Ricardo y Henrique, que viven por seguridad fuera del país.

Para ellos y para todos los venezolanos alza su voz cuando dice que quiere un país en el que impere el orden: “orden en sus calles, orden en las cuentas públicas, orden en las calles. Un país para sentirse orgulloso donde nada ni nadie impida la creación de esa nación luminosa, alegre, soberana y segura. Porque no tenemos miedo a la libertad”.

Ahora, explica ella, “Yo no puedo tomar un avión dentro de Venezuela, ni alquilar la habitación de un hotel cuando vamos de gira. No podemos ni comprar alimentos en la carretera porque cierran los humildes locales de venta porque persiguen a todo aquel que nos apoya”.

Pero esta mujer combativa tiene la esperanza de un cambio profundo “que permita hacer que nuestros hijos regresen a casa, que quienes se han ido del país puedan regresar para reconstruir Venezuela”.

“Y esto es una lucha existencial e incluso espiritual”, añade la líder venezolana: “Esto es un movimiento social para la liberación de Venezuela. Es muy poderoso. El mundo va a ser testigo de una participación masiva, cívica, pacífica, hasta que podamos celebrar la victoria de la democracia en Venezuela”, preconiza con convicción la Premio Nobel de la Paz.

* Con información de Amalia González de EFE.