1. No sigas la corriente. No es necesario que te apuntes... mejor, ni te apuntes a todos los amigos secretos, convivios, intercambios de regalo, fiestas del pon pon que reclamarán tu atención y una cuota. Llenarte de compromisos solo por no quedar mal y evitar ser el grinch te dejará exhausta y experimentando una infeliz Navidad.

2. No te presiones. No tienes que tener los colores de Navidad 2024 que son tendencia. No tienes que limpiar, exorcisar y redecorar toda tu casa. No tienes que hacer la cena navideña instagrameable, con rosca navideña hecha de masa madre por ti. No tienes que llevar un calendario de adviento con regalos personalizados para tus hijos. Tampoco tienes que llevar a tus hijos a todos los encendidos de arbolitos, desfiles navideños y novenas navideñas. Escoge lo que sí quieres hacer. El mejor regalo que puedes darte y compartir con los tuyos es tu presencia descansada y en balance.

3. Pon en tu agenda una tradición que de verdad te guste: visitar pesebres navideños, hacer el dulce que te enseñó tu abuela, simplemente sentarte a escuchar tu villancico favorito. Disfruta de una -sí, dije una- actividad sencilla de la época.

4. Escribe mensajes navideños personales: No clichés, no la típica imagen que alguien te pasó por WhatsApp de Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo. Procura hacer llegar a las personas más importantes un mensaje del corazón: algo así como: “Gracias por soportarme cuando me puse insoportable este año”, “agradezco que siempre sabes sacarme una sonrisa”.

5. Ten un “día del sí”: Dedica un día a decir “sí” a las buenas causas: ceder el paso, ayudar a alguien a cargar sus compras, recoger un papelito que tú no tiraste, ceder el paso a la señora que va con bebé en la fila o simplemente no discutir con el Grinch que llevas dentro.

6. Visita a alguien que siempre dejas para después: Todos tenemos a esa persona en la lista de “la llamo luego”, quizás es una tía o una amiga de muchos años que aprecias, pero que no encuentras momento para verla. Fija una fecha para quedar con ella.

7. Conviértete en la vecina simpática: Saluda a tus vecinos, está atenta por si alguien necesita ayuda, sostén la puerta de tu edificio o espera al que necesita subir al ascensor.

8. Que tus compras sean buenas acciones: Apoya negocios pequeños, artesanos locales o fundaciones a la hora de elegir tus obsequios. Prefiere productos con menos envases y envoltorios, como un regalo para el planeta y para todos.

9. Agradece: Añade a tu día momentos para agradecer por el cafecito de la mañana, por el carro que te lleva al trabajo (con todo y tranque) y por el trabajo que te permite sostener a tu familia y aportar tus talentos.

10. Comparte con los niños el significado de estas fiestas. Ya sean tus hijos, sobrinos o ahijados habla con ellos -sin sermonear- sobre la Navidad y de qué se trata. Si te lo permiten, cuéntales sobre tus navidades de niña. Incentiva en ellos ser mejores personas a dar más de sí (sus talentos, su amabilidad), que cosas.