Para cumplir su sueño de ir a la universidad debió divorciarse. Tenía 44 años cuando tuvo su diploma e hizo maletas, junto a su hijo de 12 años, para especializarse en otro país. Sus mayores aportes al estudio de la geografía de Panamá y Latinoamérica los hizo después de la edad de jubilación. Estas hazañas lo son más porque Ligia Herrera Jurado las logró a mitad del siglo XX, cuando el lugar de la mujer era la casa y el divorcio era un estigma.

A los 104 años de edad murió en enero de 2023 la geógrafa panameña, investigadora y autora del primer Atlas de Salud de Panamá 1970 y del estudio Regiones de Desarrollo Socioeconómico de Panamá, en sus ediciones de 1980, 1990 y 2000.

Por sus contribuciones se le considera pionera en el estudio del desarrollo urbano en América Latina. En 1962 se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Panamá. Se trasladó a Chile donde obtuvo el título de doctora en Geografía en la Universidad de Chile. Era el año de 1965.

Ligia nació y vivió su infancia en la ciudad de David, Chiriquí. Nació en 1918. Era la más pequeña y también una de las más curiosas de sus cinco hermanos. A los 11 años ingresó en la Normal Rural de David, una institución que tenía la intención de formar a educadores para las provincias. En 1930 viajó a la ciudad capital, Panamá, para estudiar en la escuela Normal de Institutoras. Una vez casada ayudó a gestionar para que su esposo consiguiera una beca que le permitiera estudiar medicina en Río de Janeiro, Brasil. La pareja tuvo su primer hijo en 1938; con él se trasladaron al país sudamericano.

En Brasil, sin aprobación de su esposo, se apuntó a estudiar Bibliotecología que era la formación que podía pagar por sus medios, según cuenta el libro Pioneras de la Ciencia en Panamá (2021), en el que la investigadora Yolanda Marco presentó la biografía de Ligia Herrera.

Cuando su esposo terminó sus estudios y la familia regresó a Panamá, en la década de 1940, Ligia expresó su deseo de estudiar en la universidad. Su hijo menor Guillermo contó que su padre amenazó con dejarla si ella insistía en esa idea. A pesar de lo mal visto que era un divorcio en esos años, ella optó por terminar el matrimonio y matricularse en la universidad. Para pagar sus gastos trabajó como maestra de educación para el hogar en escuelas como el Instituto Justo Arosemena, según relata Yolanda Marco.

Tenía 44 años cuando se graduó y poco tiempo después se fue con una beca mínima a seguir estudiando en Chile. En ese país recibió el apoyo de la demógrafa panameña Carmen Miró quien la hospedó y con quién compartiría ideales y también proyectos de investigación. Ambas regresaron a Panamá y se mantuvieron unidas.

En el discurso por el que recibió el doctor honoris causa en 2012, Ligia Herrera explicó que la oportunidad de profundizar en el estudio de Panamá le llegó en 1970 cuando José Renán Esquivel, primer encargado del nuevo Ministerio de Salud, la invitó a formar parte de su equipo de trabajo. El doctor Esquivel estaba muy interesado en tener información que le permitiera entender la situación de la población para atender sus problemas y promovía la prevención en salud. En parte, gracias a esfuerzos como esos, Panamá llegó en esa época a ser un ejemplo para otros países de la región, con buenos índices de salud y educación.

En El País que somos. 30 años de Geografía Humana, de la colección Centenario, publicado en 2003, la geógrafa panameña reunió escritos sobre diferentes temas que investigó: la sequía en las provincias centrales, las inundaciones en el río Caldera, la dispersión en los asentamientos humanos y sus efectos. Ese documento incluye un relato de sus primeros años de vida en David, Chiriquí, donde habla de las costumbres de la época, de un viaje por barco hasta la ciudad capital y de sus años escolares. Ese documento puede leerse en el portal web de la Biblioteca Nacional.

Sus análisis de los censos de población fueron claves para entender y confirmar situaciones que ya se sospechaban, los movimientos migratorios del campo a la metrópolis o la situación de pobreza que se concentraba en ciertas áreas. La geógrafa también hizo estudios de geografía y población de la ciudad de Santiago de Chile.

”La geografía es la ciencia de las interrelaciones”, escribió en su publicación La Geografía y la Historia Ambiental de Panamá, 2004. Citaba así una enseñanza de su profesor Ángel Rubio y reafirmaba el norte que usó como investigadora: no separar las dos ramas de la geografía, la física y la humana siempre debían estudiarse de la mano.

Ligia Herrera recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de las Américas, Udelas, en 2012. En 2013 recibió un homenaje como pionera de la geografía en Panamá concedido por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Senacyt.

Murió el 20 de enero de 2023.


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