Con el propósito de visibilizar si existe equidad en la Asamblea Nacional la Fundación Espacio Cívico realizó una investigación de paridad de género, basándose en la igualdad de los cargos y las escalas salariales en la administración pública.
Este estudio, cuyos resultados se publicaron en 2023, analizó los salarios según género y evidenció que existe una remuneración bastante balanceada entre hombres y mujeres. Sin embargo, a pesar de haber paridad en este sentido, no la hay en cuento a la participación de la mujer en el pleno de la Asamblea Nacional, puesto que, de los 71 diputados actuales, 55 son hombres y 16 son mujeres. Es aquí donde se deja ver la gran brecha de participación de la mujer, la cual se traduce en un 22.5%.
Por otro lado, en cuanto a los suplentes, hay 65 actualmente, de estos 31 son mujeres y 34 hombres (no todos los diputados tienen suplentes). Destacando que se exige a los diputados hombres que tengan suplentes mujeres y viceversa, de allí el evidente balance. Cabe mencionar, que en el caso que no encuentren mujeres para ser suplentes, el candidato podrá pedir autorización para colocar a un hombre. Esto solo aplica para los partidos políticos, ya que los diputados por la libre postulación no tienen esta opción y deben por obligación asegurar la paridad.
Si bien es cierto, que la participación de la mujer en la Asamblea Nacional ha contado con una ligera evolución, siendo de un 22.5% durante el curso legislativo actual ( 2019-2024) vs un 18% entre 2017-2019 según el Diagnóstico de barreras y oportunidades sobre la participación política de las mujeres en Panamá, se evidencia que existen muchas oportunidades de mejora, sobre las que se deben trabajar para que las mujeres lleguen a ocupar curules que le permitan legislar y alcanzar ese 25% que aún falta.
También se invitó a dos diputadas, una diputada suplemente y una exdiputada para que a través de una entrevista compartieran sus experiencias como políticas y juntas construyeran el perfil de la mujer política panameña.
A continuación, encontrarán algunas de los puntos más significativos de estas conversaciones en donde revelan sus desafíos, oportunidades y lo que ellas han identificado en su trayectoria que podría ser de beneficio conocer para sus predecesoras. La entrevista completa puede encontrarla en https://espaciocivico.org/
Este estudio se hizo con el el auspicio de Embajada de los Estados Unidos, la Embajada de Canadá, Financial Services Volunteer Corp. y la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana – Transparencia Internacional Panamá y ParlAmericas.

Ana Giselle Rosas.
Ana Giselle Rosas: somos el 50% de la población y tenemos una responsabilidad
¿Cuáles son los principales retos que usted ha identificado para las mujeres que quieren hacer una carrera política?
La diputada Rosas dice que la mujer está frente a varios desafíos, y nos comparte ocho reflexiones para estar en la política:
1. Entender la importancia de estar. “Creo que hemos logrado que la mujer comprenda que la participación no es opcional, somos el 50% de la población y tenemos una responsabilidad”.
2. Aprender a ser protagonistas: muchas tienen el talento y la capacidad para ser candidatas, pero siempre han estado tras bastidores, consiguiendo votos, siendo activistas, sin tomar en cuenta el poder real que tienen en sus comunidades para ser ellas las protagonistas y liderizar una campaña.
3. Armar equipos para el éxito: las mujeres tienden a querer hacerlo todo, les cuesta pedir ayuda y formar equipos de trabajo. “Participar activamente en política requiere entender que en la medida que podamos gestionar equipo tendremos más oportunidad de éxito, pues a veces queremos hacerlo todo nosotras solas: administrar, hacer el discurso, buscar financiamiento y se nos olvida la importancia de armar equipos”.
4. Miedo a perder: tienen un nivel de exigencia y de resultado a la primera. “No nos damos cuenta de que, a veces perdiendo, también podemos ganar. Hay muchas aspirantes o precandidatas, que por ejemplo no lograron el espacio en la primera postulación y se desaniman, cuelgan los guantes y dicen ‘esto es injusto’. Yo les digo que no es injusto, el proceso democrático es así, exige que presentes posturas, propuestas y el elector decide”.
5. No lo tomes personal: la política es al arte de negociar y llegar acuerdos. “Puede que un día no estoy de acuerdo contigo y podemos tener una discusión acalorada, pero salimos por esa puerta y vamos a hablar de otro tema en donde sí estamos de acuerdo y tenemos la capacidad de sentarnos, y apoyarnos”. “Siento que a las mujeres nos cuesta más hacer eso, que al hombre”.
6. Buscar financiamiento: la mujer se siente incómoda pidiendo dinero para el financiamiento de la campaña, pues vuelve a llevarlo a un plano personal, en donde de alguna forma piensa que podría comprometer sus valores, principios, sin considerar que la realidad es que necesita contar con capital para la gestión política y que es parte del proceso.
7. Planificar a largo plazo: “Les he preguntado a muchas cuál es su plan de 5 a 10 años y no lo saben, hay hombres que tampoco lo saben, pero siento que la mujer tiene una gran capacidad para planificar y por tanto una gran oportunidad de desarrollo en esa área”.
8. La familia vs la política: muchas mujeres no cuentan con el apoyo de su familia y para ellas es difícil separar una cosa de la otra. Para un hombre es más fácil separar la familia de la política, la mujer, por el contrario, amarra todo.

Corina Cano
Corina Cano: la preparación es la fortaleza de la mujer
¿Desde su experiencia que piensa que ha sido clave para su gestión en la Asamblea Nacional?
Cano dice que al principio cuando llegó, ante la falta de experiencia política y ante lo interno de la Asamblea le costó encajar, pero al final el tiempo pasó y logró adaptarse en lo que tenía que hacer, en el manejo de la parte argumentativa, el discurso y el conocimiento jurídico, para lo que estudió más y se preparó. “Busqué la forma de que mi fortaleza fuera mi preparación académica y profesional para poder entonces encajar en lo que aquí se ve, lo legal”, revela.
“Hay muchas que se enfocan en caer bien, más que en su aporte sustancial y de contenido que puedes dar al país y el trabajo que realizas, que aunque sea algo chiquito, métele ganas y deja el temor de poder ser exhibida” afirma y asegura que la mujer se frena de meterse en política por el hecho de ser señalada y cuestionada, por ello dice que hay que estar preparada y darle contenido al discurso, salir de la subjetividad política y entrar en la parte objetiva, ya sea que estés a favor o en contra de algo.
Para la diputada la mujer debe buscar la manera de visibilizar su capacidad y rodearse de varones que reconozcan esas habilidades y capacidades que tiene como mujer, pero que no se enfoque en que solamente tienen que ser reconocida por el solo hecho de ser mujer, si no rodear su capacidad y feminidad, de esos aspectos que pueden fortalecer su personalidad y carácter.

Walkiria Chandler D’Orcy: ‘seguridad y autoestima son requisitos para esta carrera’
¿Qué perfil debe tener la mujer que decida hace una carrera política?
Para Chandler según su experiencia y desde su visión como relevo generacional, la mujer que decida hacer una carrera política debe contar con algunas credenciales claves, esas que la van a llevar y mantener en la carrera. “Tiene que ser una mujer segura y esto va de la mano con la autoestima y el autocuidado” señala y hace énfasis en que más allá de si eres una buena oradora o una persona simpática, la mujer debe estar fortalecida a lo interno primero, tener claro el norte, el por qué se está involucrando, cuáles son sus banderas y mantener eso siempre presente.
Walkiria dice que la seguridad es una cualidad imprescindible, porque van a venir distractores. “Van a venir personas que te van a querer sacar del camino y van a tirarte a la parte humana, a la parte más sensible, te van a querer hacer añicos emocionalmente”, afirma enfática y dice que hay que blindarse emocionalmente.
Aconseja a las mujeres que cuenten con un círculo cercano a donde puedan llegar, pues hay momentos en que necesitará una persona con quien poder conversar, pues ser una mujer segura según Chandler no significa que no llore, que no hable, que no le duela o afecte algo, es por ello, por lo que debe tener una red de apoyo, no puede correr a un cargo de elección popular si está sola.
“Debes tener a alguien que te acompañe en todo el recorrido, como precandidata, como candidata y una vez llegues al cargo, porque es un camino muy difícil para tener que llevarlo sola.” asegura.
Así mismo, afirma que deben estar preparadas, la parte académica si es importante y deben estar en capacitación constante. “A la mujer la ignorancia no se nos perdona”.

Ana Matilde Gómez.
Ana Matilde Gómez: la sororidad y la sensibilidad de género es un desafío
¿Vivió discriminación en su gestión en la Asamblea Nacional y que piensa del impacto de la mujer en la política?
Al reflexionar sobre algunos desafíos como lo es la discriminación y la violencia política revela que la vivió, pero de sus propias colegas mujeres durante su gestión en la Asamblea.
Gómez señala que recibió muchos ataques cuando presentó un proyecto de ley para establecer regulaciones mínimas para el trabajo doméstico (en Panamá hay 60 mil mujeres que realizan trabajo doméstico), las mismas están establecidas por la Organización Internacional del Trabajo y de la que Panamá es signataria. “Lo que yo hice fue plantear un compromiso que se adquiere al firmar la convención y resulta que fui estigmatizada, como que iba a acabar con las nanas”, cuenta y dice que todas estas circunstancias no fueron entendidas, sino más bien burladas.
La exdiputada afirma que la falta de sororidad y de sensibilidad de género es algo que pudo experimentar de parte de sus homólogas cuando presentó la ley contra el acoso callejero, pues las propias mujeres se burlaron alegando que ella estaba haciendo una ley contra el piropo, poque a ella no la piropeaban. “Se me trató de ridiculizar públicamente, que porque yo era muy fea y que a mí nadie me piropeaba” recuerda y asegura que cuesta mucho cuando te das cuenta, que las propias mujeres se hacen eco de esa voz masculina y que prefieren masculinizar su gestión porque de esa manera son más aceptadas.
En cuanto al impacto de la participación de la mujer en la política, asegura que crea un equilibrio social. “En teoría la presencia de la mujer debe hacer un balance solamente por el hecho de que nosotras somos la mitad de la población, está la mitad del pensamiento, que es distinto al pensamiento del hombre; la neurociencia ya lo tiene probado, no tenemos una estructura siquiera cerebral igual, entonces no pensamos de la misma manera, por lo tanto para tener una sociedad más inclusiva, más justa, más correcta, más humana, la combinación de ambos géneros es un complemento para tener políticas públicas que abarquen a la población en general”, puntualiza Gómez.
Más del proyecto Construyendo el perfil de la mujer política aquí.
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