Con la caída de una tormenta eléctrica, típica de los días de lluvia en la ciudad de Panamá, nos esperaba en el piso 27 del edificio donde reside, la panameña Jennisín Rosanía, quien ha logrado ganar dos veces el Campeonato Mundial Maestro de Jiu-Jitsu brasileño.

Con movimientos limitados en su hombro izquierdo a causa de una cirugía a la que se había sometido 15 días antes, la atleta nos recibió en su apartamento, en cuya sala un repertorio de juguetes revelaba la presencia de niños en el hogar. Aparte de ser bicampeona mundial, ingeniera industrial e instructora de jiu-jitsu brasileño, Jennisín tiene tres hijos.

Una vida deportiva

Tiene ocho años de practicar el arte marcial en su modalidad brasileña. En 2016, pocos meses después de haber dado a luz a su tercera hija, ganó por primera vez la medalla de oro en el campeonato mundial.

En ese momento era cinturón púrpura, el cual representa un nivel intermedio en la disciplina. Para ese torneo tuvo que bajar 23 libras en un mes, y cuatro días antes del evento deportivo se fracturó el dedo meñique del pie. “Aún debo vendarlo cada vez que peleo. Fui a competir con el dedo morado y gané medalla de oro por primera vez”, contó.

Al año siguiente obtuvo la medalla de plata en el mismo torneo, esta vez siendo cinturón marrón, que representa el rango más alto para una mujer en Panamá.

En agosto de 2018, con una lesión en su hombro a causa de un golpe que recibió mientras practicaba flag football, ganó la presea de oro en el mundial maestro de jiu-jitsu brasileño con sede en Las Vegas, y así obtuvo el bicampeonato mundial en la categoría femenina de cinta marrón en peso pluma (129 libras). De acuerdo con Jennisín, ningún hombre o mujer panameña había logrado esta hazaña.

El amor por los deportes de esta atleta nacida en Colón viene desde que era una niña. Fue gimnasta durante toda su infancia y llegó a representar a Panamá en competencias internacionales. “En Colón practicaba gimnasia con los estadounidenses en las bases de Fort Sherman y Fort Gulick, cuando aún había presencia militar en el país”, detalla. “Pero tuve que dejar la gimnasia, una de las pasiones más grandes que he tenido en mi vida, por falta de apoyo”.

Luego de mudarse a la ciudad de Panamá, empezó a practicar voleibol en el Colegio Javier, y a los 15 años formó parte de la selección nacional juvenil y participó de numerosos torneos.

Hace 17 años el flag football llegó a su vida y logró ir al Campeonato Mundial de Flag Football, en Italia.

Empezó con el jiu-jitsu brasileño cuando unos amigos suyos la invitaron a practicar. “Era algo nuevo para mí porque había practicado deportes de campo y nada de contacto directo”, recuerda. “Soy claustrofóbica y tenía miedo de empezar a practicar por temor a que se me treparan encima y me golpearan”, detalla la deportista, quien aclaró que en este arte marcial no se dan golpes, sino que se proyecta ante el oponente, y las técnicas incluyen estrangulaciones, llaves y derribos.

La preparación para su último mundial, en el que participaron siete mil atletas de todo el mundo en distintas categorías, fue sumamente difícil debido a su lesión en el hombro. “Me tuve que restringir mucho por el dolor. En la última semana antes de viajar, tuve que bajar siete libras, y para eso, comía una vez al día. Mi nivel de grasa corporal estaba en 12% -una mujer saludable tiene 20%- y entrenaba seis veces por semana”.

En su categoría, la panameña se enfrentó a atletas de Brasil, Estados Unidos, Inglaterra y Colombia.

Jennisín Rosanía, la panameña bicampeona de ‘jiu-jitsu’ brasileño

Jennisín Rosanía, la panameña bicampeona de ‘jiu-jitsu’ brasileño

Jennisín Rosanía, la panameña bicampeona de ‘jiu-jitsu’ brasileño

Jennisín Rosanía, la panameña bicampeona de ‘jiu-jitsu’ brasileño

Campeona del mundo y mamá

Hasta el momento, la deportista posee una medalla de campeonato mundial por cada uno de sus hijos. Es mamá de Juan Carlos, de 18 años; María Elena, de 16, y Alexa Dominique, la pequeña de tres años. “Mi hijo mayor nació con parálisis y tiene necesidades especiales. Tengo una adolescente en casa y a una bebé. A veces no tengo el descanso que necesito porque también tengo un trabajo en el área de ventas, que es muy demandante, y además debo dar clases en mi academia”, detalló Jennisín. “No sé cómo explicarte todas las cosas que a uno le pasan, pero no puedo desenfocarme. Siento que Dios me hizo así de fuerte para poder lograr todo lo que hago y demostrar que sí se puede. Con esfuerzo y disciplina, todo es posible”.

Su esposo, Eduardo Grimaldo, instructor y cinta marrón de jiu-jitsu brasileño, es quien la entrena y ayuda en su preparación para los mundiales. “Es mi training partner. Combatimos mucho y él me exige demasiado. Para mí, es uno de los mejores que hay en Panamá en su categoría”, agregó.

Una disciplina como estilo de vida

La experiencia que ha tenido Jennisín en el deporte le ha permitido conocer los beneficios que aporta cada disciplina, sin embargo, afirma que ninguno de los anteriores al arte marcial le han dado las condiciones físicas que actualmente posee. “Lo que más me gusta del jiu-jitsu es que es un estilo de vida y que da condiciones que no te ofrece ninguna otra actividad. Nunca se deja de aprender y no da oportunidad de aburrirse”.

Jennisín Rosanía, la panameña bicampeona de ‘jiu-jitsu’ brasileño

Jennisín Rosanía, la panameña bicampeona de ‘jiu-jitsu’ brasileño

La atleta panameña, que trabaja como directora comercial en la revista Capital Financiero, es propietaria e instructora, junto con su esposo, de la academia de jiu-jitsu brasileño ATOS Panamá, ubicada en Costa del Este. En su escuela tiene alrededor de 60 estudiantes, entre adultos y niños, de los cuales ocho son mujeres.

“El jiu-jitsu te sirve para defensa personal. Permite tener un tiempo de reacción mucho más rápido”, aseguró. “No importa tu tamaño, peso o edad. Yo le gano a hombres, puedes ser Hulk Hogan, pero si no tienes técnica, y yo sí, puedo vencerte”.

La bicampeona mundial dijo que es inexplicable la felicidad que sintió al ganar esas medallas internacionales. “Es una satisfacción como persona y atleta, que a pesar de todos los sacrificios, lograr una meta y representar a las mujeres de Panamá en el deporte”.

Jennisín comentó que los atletas en Panamá pasan por situaciones muy difíciles por la falta de apoyo. “La Federación Panameña de Jiu-jitsu brasileño no me apoyó en nada. Cuesta ir a los campeonatos, uno tiene que ir por su cuenta y con ayuda de patrocinadores”, comentó.

La deportista se está recuperando de su operación en el hombro y desea participar en los Juegos Panamericanos del próximo año, y volver al Campeonato Mundial de la Federación Internacional de Jiu-jitsu brasileño.

Jennisín Rosanía, la panameña bicampeona de ‘jiu-jitsu’ brasileño

Jennisín Rosanía, la panameña bicampeona de ‘jiu-jitsu’ brasileño