El teatro Anayansi del centro de convenciones Atlapa se llenó de sabor y sentimiento con el concierto de Erika Ender, con el que la artista cerró su celebración de 25 años de carrera.

Tal como lo contó en una entrevista a la revista Ellas semanas antes de su presentación, los chicos del festival TalenPro, de la fundación Puertas Abiertas de la artista, fueron los encargados de abrir el show. Dos jovencitas cantaron y luego apareció un cuerpo de baile con jóvenes. 10 minutos más tarde, a las 9:00 p.m. en punto, Erika apareció en el escenario.

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Comenzó con temas movidos que cantaba en español y portugués acompañada de un espectacular show de luces. Interpretó además las canciones de su último disco Tatuaje.

Erika se cambió tres veces de atuendo. Con el tema El lugar que me vio nacer lució un vestido largo blanco donde se proyectaron imágenes de Panamá; el Canal, la bandera, Panamá Viejo, playas, entre otras.

También cantó temas que ha escrito para otros colegas como Cinco minutos (que compuso para Gloria Trevy); La pasión tiene memoria (Ednita Nazario); Enséñame a vivir sin ti (Gilberto Santa Rosa); Purest of pain, la versión en inglés de A puro dolor (Son by four); y 100 años (Ha-Ash y Prince Royce).

El emotivo concierto de Erika Ender en Panamá

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El invitado especial de la noche fue el cantante Mario Domm, de la banda mexicana Camila, quien a pesar de estar resfriado y con fiebre, cumplió su palabra de acompañar a Erika en este concierto. Cantaron juntos Ataúd. Luego Erika le consultó al público si deseaba escuchar alguna otra canción; los asistentes gritaron al unísono Mientes, uno de los éxitos de Camila. Nuevamente Erika y Mario unieron sus voces para interpretar este tema.

El momento más emotivo de la noche fue cuando la artista cantó Cómo hubiera sido, que compuso hace siete años cuando, por problemas de salud, tuvo que ser sometida a una operación. Reveló que desde entonces no puede tener hijos.

Durante el show se proyectó un video de una joven quien contó que en su infancia tuvo que vivir en la calle con su familia. A través de la fundación Puertas Abiertas pudo regresar al colegio, terminó sus estudios y ahora tiene una academia de baile. Esa noche cumplió su sueño de bailar en el mismo escenario con Erika en una de sus canciones.

En el concierto no faltó el éxito Despacito. Erika lo cantó en versión balada, en español y en portugués. La artista cerró su presentación con Los Rabanes. Con ellos cantó nuevamente Despacito, esta vez en ritmo reguetón.