Este virus ha cambiado la forma como veíamos la vida, a como la apreciamos ahora en lo personal. Nos ha cambiado muchas cosas.

En salud, mi esposo está a la espera, hace más de dos años, de una cirugía cervical que ha quedado aún más lejos de realizarse. Una de mis hijas cumple 15 años el 15 de agosto, todo pasó a ser secundario pidiendo que todos podamos llegar a ese día con salud.

Todo está estancado en el plano laboral; mi esposo varado y yo igual. Todo ha cambiado, se ha reducido a orar cada día con más fe para que nos mantengamos unidos, juntos, y que cuando todo pase no falte ninguno de los miembros de nuestra familia.

* Si deseas compartir tu historia, escríbenos a ellas@prensa.com.