Respondiendo la pregunta publicada en la sección Hablan Ellas (edición E-Paper, viernes 5 de junio) sobre la primera persona que me reencontré después de la cuarentena, fue mi nieto de 12 años.

Yo lo cuido desde que nació porque sus padres trabajan. Somos el uno para el otro. Teníamos dos meses y medio que no nos veíamos. Mi hija me decía que él lloraba porque me extrañaba. El reencuentro fue algo bien especial.

Según me decía mí hija, él contaba los días para vernos. Durante esos dos meses y medio hablamos por teléfono, pero para él no era lo mismo.

Ese día que nos vimos nos abrazamos y conversamos de todo. Hablamos del coronavirus, de lo malo que era, que nos enfermaba y que aparte, nos alejaba de las personas que queríamos. Eso nos hacía pensar lo importante que era la familia.

Ese día le prepararé una buena comida; él dice que mi comida es la mejor. Le preparé unos tamalitos que le encantan, inclusive le tomé una foto.

Él vive en la 24 de diciembre y yo, en San Miguelito. Nunca nos habíamos separado tanto tiempo, pero claro, hay que respetar la cuarentena. El viernes 20 de marzo nos dejamos de ver y nos volvimos a reencontrar el miércoles 3 de junio, cuando se flexibilizó la cuarentena.