Una simbólica parte de la herencia literaria del poeta panameño Ricardo Miró reposa ya en la Caja de Letras del Instituto Cervantes.
El pasado 22 de septiembre se hizo en Madrid el depósito formal de libros y memorabilia de Ricardo Miró (1883-1940), el poeta costarricense Carlos Luis Fallas (1909-1966) y el novelista puertorriqueño Luis Rafael Sánchez (1936).
Asistieron a esta actividad Luis García Montero, director del Instituto Cervantes; Juan David Morgan, escritor y académico istmeño; Héctor Infante, embajador de Panamá en España; Sergio Ramírez y Claudia Neira Bermúdez, presidente y directora del festival literario Centroamérica Cuenta, respectivamente.
Desde 2018, el poeta Luis García Montero, es director del Instituto Cervantes. Cortesía/Centroamérica Cuenta
Luis García Montero
“Recogemos las buenas herencias, porque esa es la mejor manera de comprometernos con un futuro marcado con el diálogo. Recogemos la herencia de Carlos Luis Fallas, Ricardo Miró y Luis Rafael Sánchez. Estamos orgullosos de tener entre nosotros a las tres culturas que ellos representan”, destacó Luis García Montero.
De Ricardo Miró recordó que “supo llevar las dificultades de la vida a la creatividad. Protagonizó la vida cultural desde que empezó a publicar versos en la revista El Heraldo del Istmo y después cuando fundó una revista muy significativa de la época, Nuevos Ritos. Su diálogo con España fue literario y biográfico, porque desempeñó el cargo de cónsul en Barcelona entre 1908 y 1911”.
“La poesía de Miró es un diálogo íntimo con el modernismo de tradición romántica y eso lo acercó a figuras como Gustavo Adolfo Bécquer. La naturaleza y la cultura le servían para dialogar y abrazarse en su identidad”, comentó García Montero.
Sergio Ramírez
El novelista Sergio Ramírez (Nicaragua) agradeció a Luis García Montero por abrir una vez más la Caja de Letras del Instituto Cervantes a los autores centroamericanos y caribeños. “Estos tres escritores nuestros, nos hacen escuchar las voces de ese territorio tan híbrido y tan lleno de delirios, profundidades, sueños y maravillas de donde nosotros venimos”.
Desde 2013, Sergio Ramírez preside Centroamérica Cuenta, festival literario que ocurrirá en Panamá en el 2026. Cortesía/Centroamérica Cuenta
Que Panamá esté representada en la figura de Ricardo Miró en la mítica bóveda hispanoamericana, indicó Sergio Ramírez, se hizo de la mano de Maruja Herrera, ministra de Cultura de Panamá, “quien será nuestra anfitriona en la próxima edición de Centroamérica Cuenta, en mayo de 2026”.
También agradeció las gestiones de Mario Lewis, custodio de las obras de Ricardo Miró, a Juan David Morgan y a Héctor Infante.
Juan David Morgan
“Agradezco profundamente al Instituto Cervantes, máximo promotor a nivel mundial de la cultura hispánica, este acto en el que se incorporan a su Caja de Letras las obras de Ricardo Miró, el más célebre y querido de los poetas panameños”, planteó Juan David Morgan.
Igualmente agradeció a Centroamérica Cuenta, y particularmente a Sergio Ramírez “su interés por impulsar la celebración de este acto”.
El escritor Juan David Morgan habló en el acto sobre la vida y obra de Ricardo Miró. Cortesía/Centroamérica Cuenta
El material cedido de Ricardo Miró, es el siguiente: ejemplares de la revista Nuevos Ritos (1907), de los poemarios Versos patrióticos (1925) y Caminos silenciosos (1929), una imagen de 1935 de Miró, más el libro Estudio y presentación de los cuentos de Ricardo Miró (1927), de Mario Augusto Rodríguez, así como copias de invitación a la coronación de Miró por el Instituto Pedagógico (1937) y del homenaje en su centenario a cargo de la Academia Panameña de la Lengua (1983).
“Miró vivió en su juventud los años que vieron a la República de Panamá consolidar su identidad nacional, esfuerzos que culminaron en 1903, cuando, después de muchos intentos, se separó definitivamente de Colombia. No es extraño, entonces, que el poema más conocido y representativo de su obra poética sea Patria, escrita cuando se encontraba sirviendo a su país en el Consulado de Barcelona, poema que, más allá de la fibra nacionalista, destaca la insondable nostalgia que se siente por todo aquello que lleva envuelto el amor al terruño”, indicó Morgan.
Sostuvo que quizás la popularidad del poema Patria “sea el culpable de que los panameños no hayamos podido apreciar, en su justa dimensión, la profundidad lírica del resto de su obra poética. Porque Miró, además de cantar a la patria, cantó a nuestro pasado hispano e indígena, a lo divino, a las garzas, a las gaviotas, a las guacamayas, al ruiseñor, a la luciérnaga, al paisaje, todo ello con un lirismo que evidencia su profundo amor por la naturaleza. Pero quien más habita en su poesía es la mujer, la compañera indispensable que, entre dicha y sufrimiento, pervive a lo largo de su obra”.
Juan David Morgan evidenció que Ricardo Miró fundó en 1926, “junto a otros panameños ilustres, la Academia Panameña de la Lengua, que lo designó como su secretario perpetuo. Además, escribió prosa, cuentos, novelas, obras de teatro e innumerables artículos periodísticos. El premio más importante de nuestro país, que se otorga en las categorías de poesía, novela, cuento, teatro y ensayo, lleva el nombre de Ricardo Miró como un homenaje permanente al más excelso de nuestros poetas”.
