Los siete candidatos a la presidencia de la República fueron invitados a un conversatorio sobre derechos de la mujer, organizado por la Defensoría del Pueblo, en conjunto con el Tribunal Electoral. Solo uno de los postulantes asistió. Otros dos enviaron a sus candidatos a vicepresidente en su representación.

La aspirante por la libre postulación, Ana Matilde Gómez, fue la única de los siete candidatos que acudió al llamado de estas instituciones para abordar temas sobre la mujer.

Maribel Gordón, candidata a vicepresidenta por el Frente Amplio por la Democracia (FAD), fue en representación de Saúl Méndez; y Guillermo Márquez Amado, aspirante a vicepresidente de Ricardo Lombana, fue en su reemplazo.

El conversatorio, moderado por las periodistas Mayella Lloyd y Aracelis Quintero, inició con las palabras de Alfredo Castillero Hoyos, defensor del pueblo, quien dijo que dicha conferencia era “una oportunidad dorada” para ir más allá de las declaraciones y explicar cuáles serán las políticas públicas de cada nómina en cuanto a este género.

Seis ejes temáticos fueron abordados durante esta reunión abierta al público, que se llevó a cabo en el auditorio del Tribunal Electoral. Temas como salud, seguridad ciudadana, educación, economía, mujeres en mayor riesgo de vulneración de derechos y democracia paritaria, fueron desarrollados por los candidatos en intervenciones de dos minutos cada uno.

En cuanto a las medidas que contemplan sus planes de gobierno respecto a la prevención de la mortalidad materna y embarazos en adolescentes, los participantes tomaron la educación como eje.

Para Ana Matilde Gómez, no hay otra forma que no sea educación sexual enseñada de acuerdo a las distintas etapas del desarrollo.

Maribel Gordón también apostó por la educación sexual científica y preventiva. “Asumimos que los padres tienen responsabilidades, pero hay que entender que esta es una sociedad que no ha educado a los papás en estos criterios”, aseguró.

Guillermo Márquez Amado dijo que este tema hay que discutirlo a profundidad dentro de la reforma constituyente que propone su nómina.

El conversatorio sobre derechos de las mujeres en Panamá al que solo asistió una candidata

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Sobre cómo plantean abordar la problemática de la violencia contra las mujeres, Gordón dijo que el tema de la inseguridad debe ser tratado desde un punto de vista de política criminológica. Márquez Amado colocó a la educación como método de prevención y que la misma debe alcanzar a los programas emitidos en los medios de comunicación, que, según él, estimulan la violencia. Los albergues para mujeres y niños víctima fue la propuesta de la diputada (Gómez).

En el tema de la erradicación del analfabetismo y de las oportunidades de estudio y trabajo para mujeres, la diputada recalcó que se deben crear becas para ellas y parvularios para el cuidado de sus hijos mientras salen a trabajar. Esto, para que no deban escoger entre su vida profesional y familiar. “Yo todavía no he encontrado a ningún hombre que haya dejado el trabajo para ir a la casa a cuidar a sus hijos“, mencionó. La representante del FAD propuso la formación de centros escolares con hospedaje para estudiantes que residan en lugares apartados.

La democracia paritaria y la falta de mujeres en puestos de administración gubernamental fue el último eje abordado en el conversatorio. Márquez dijo que, junto a Lombana, han coincidido en que lo fundamental es tomar en cuenta los conocimientos y talento de cada persona.

“Tenemos contemplado que en nuestro gabinete no haya menos del 40% de las mujeres, siempre y cuando existan talentos y méritos“, comentó mientras la audiencia, predominada por mujeres activistas, expresaba rechazo a sus declaraciones.

Ante este argumento, Gómez expresó que decir que tomarán en cuenta a la mujeres “cuando exista el talento” es un tipo de burla de la ley que decía que habría paridad en los partidos cuando haya mujeres. “Somos el 50% de la población y tenemos derecho al 50% de los cargos públicos. Para mi nómina busqué un hombre, precisamente para que existiera paridad”.

Gordón, por su parte, cuestionó por qué solo el 50% de participación femenina si se pudiera lograr más.