Un informe reciente del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) reveló el costo para Panamá del embarazo en la adolescencia: un total de 525 millones de dólares lo que equivale a lo que perdería el país si el Canal de Panamá dejara de funcionar por más de tres meses.

La ministra de Desarrollo Social (Mides), María Inés Castillo, conversó con revista Ellas sobre este informe, realizado por el Unfpa a través de una metodología que llamaron Milena 1.0. Ya había realizado este estudio en la región latinoamericana pero a solicitud del Mides se hizo específicamente para Panamá.

“Queríamos visibilizar este impacto también para llamar la atención de otros ministerios y de otras entidades de que el embarazo adolescente no es solo un tema social, es un problema que debemos atender como país siendo un problema tan grave”, precisa Castillo, quien es abogada, especialista en equidad de género e inclusión y miembro de la directiva de Voces Vitales Panamá.

Hace seis meses fue la primera reunión del Consejo Nacional de la Madre Adolescente (Conama), donde se abordó la necesidad de una estrategia de prevención integral del embarazo adolescente y el acompañamiento a las madres adolescentes.

En el consejo participan representantes del Mides, Ministerio de Educación (Meduca), Ministerio de Salud (Minsa), Ministerio de Trabajo, la Comisión de la Mujer en la Asamblea, Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf), Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), Juzgado de Niñez y sociedad civil.

En la segunda reunión de Conama, a principios de octubre, se aprobó esta estrategia con dos objetivos claros: la prevención y reducción del embarazo temprano a través de la educación, y el ejercicio de los derechos humanos para mejorar la vida de los y las adolescentes de 10 a 19 años en Panamá.

Educación sexual en escuelas para padres en Panamá

Educación sexual en escuelas para padres en Panamá

La estrategia aborda también la atención integral a los adolescentes, no solo con las madres jóvenes sino también con los que son padres.

“Si nosotros no acompañamos a la madre adolescente, se queda fuera del sistema educativo, no termina [su educación], y es parte del costo de oportunidad que pierde nuestro país”, señala la ministra.

En ese mismo encuentro el Meduca entregó al consejo las guías de educación sexual para los colegios acorde a cada edad.

Dentro de este material se incluye una guía específica de educación sexual para madres y padres adolescentes, los que ya son. También se incluyó educación sexual en las escuelas para padres tanto para Meduca como para el Mides con los Centros de Atención Integral a la Primera Infancia (Caipis).

Castillo admite que hablar de educación sexual no es una conversación fácil entre padres e hijos, por ello a través de esta iniciativa se le brindarán guías y herramientas para poder hablar con sus hijos.

“Tenemos muchos papás que no recibieron educación sexual, que no saben y que no van a saber transmitirlo  o no lo ven como una prioridad”.

NO TIENEN LA CULPA

La ministra María Inés Castillo recalca la importancia de visibilizar el tema de las madres adolescentes, así como visibilizar el estigma y el doble estándar.

“A veces me frustra muchísimo, gente muy educada considera que estas madres adolescentes tienen la culpa. Ese estigma hay que cambiarlo”.

Reitera que el tema del embarazo en las adolescentes es un problema como sociedad, “es una responsabilidad de todos, es compartida y no culparlas a ellas que son las víctimas de un problema social grande que tenemos”.

Programas para jóvenes

En diversos centros de salud del país existen los Servicios de salud amigables y de calidad para adolescentes con énfasis en la prevención del embarazo, ITS/VIH, tabaquismo y violencia, que lleva a cabo el Minsa, con la Caja del Seguro Social y el Unfpa.

La ministra María Inés Castillo destaca que con estos servicios se han prevenido más del 90% del embarazo adolescente en las comunidades atendidas.

Estos servicios cuentan con un app llamada SSAA donde se puede encontrar información sobre los centros de salud en los que están disponibles.