“Ha sido un año muy triste”, respondió María* cuando le preguntaron si celebraría la Navidad. Este año perdió a una amiga y por estar en el rango de edad de riesgo del Covid-19, sus salidas han sido limitadas y en casa no ha podido reunir a sus hijas, con sus nietos, como lo hacía antes, por las medidas de protección para no contraer el virus.

2020 ha sido un año bien atípico, recalca la psicóloga clínica María Eugenia Despaigne. La gente, de alguna forma, está lidiando con alguna pérdida, incluso el no poder estar con la familia por el distanciamiento social.

Explica que estar en duelo no significa solamente perder a un ser querido, sino aquella pérdida que tuvo que afrontar una persona o una familia, sobre todo en este año: haber perdido el trabajo, la estabilidad económica, la salud, la socialización, la libertad de estar en la calle y sentirse seguro.

En Panamá el mes de diciembre tiene muchas fechas particulares: Día de la Madre, Navidad, Año Nuevo. La psicóloga Giselle de la Hoz, directora ejecutiva de la fundación Piero Rafael Martínez, señala que para muchas personas estas fechas siempre han generado algo de tristeza, bien sea por situaciones del pasado. Ahora se suma la incertidumbre por los casos en aumento del Covid 19 en el país.

Época de emociones

En diciembre se disparan estados emocionales como la tristeza, la apatía, la rabia, la culpa, y “cuando eso sucede, se nos activan ciertos mecanismos de afrontamiento dependiendo de nuestra historia, de dónde venimos, de nuestra crianza”, detalla Despaigne.

Mientras algunas personas evitan cualquier tipo de celebración o decoración, otros actúan como si nada estuviera pasando, “cuando realmente hay un montón de sentimientos”.

Cuando la Navidad evoca dolor

Cuando la Navidad evoca dolor

¿Cómo ayudarlos?

Ante un ser querido, amigo o familiar que está pasando por un duelo o estrés lo primero que se puede hacer es ponerse a la orden, recomienda De La Hoz. Decirles “aquí estoy para ti”, preguntarles cómo se le puede acompañar o qué actividades cotidianas disfruta hacer (caminar, tejer, orar, escribir, cantar).

Se le puede sugerir si quiere hacer una oración, un rosario, una misa, un tipo de brindis por la salud o por ellos, tener encuentros por Zoom o por Whatsapp.

Hay que facilitarle a la persona expresar sus sentimientos. Se le pueden hacer estas preguntas de forma auténtica: “¿cómo te sientes?”, “¿cómo has estado?” “¿te gustaría hablar de lo que estás sintiendo?”

Despaigne expresa que en una persona que está pasando por una tristeza natural de pérdida, lo primordial es el apoyo de la gente querida, sentirse acompañado y poder expresar sus emociones.

‘Permítanle llorar’

Lucía* no estaba segura de decorar de Navidad su casa. Había perdido a su esposo durante la pandemia. Un fin de semana, motivada por sus hijos, decoraron juntos. Cuando todo estuvo listo, Lucía comenzó a llorar como no lo había hecho en varios días.

“Permítanle llorar”, acota De la Hoz al referirse al individuo que está en duelo. “Muchas veces nos sentimos culpables de ver a la persona llorar; esa persona tiene que experimentar el dolor por lo que está viviendo”.

Comenta que en las familias a veces hace falta la confianza emocional, esa capacidad de expresar las emociones con personas cercanas. Poder decir “estoy extrañando a esa persona, quisiera abrazarla, decirle que la amo”.

Para estas fechas, en familia se puede hacer un tipo de memoria o ritual para recordar a esa persona que se ha ido, aunque esto signifique que puedan llorar. Se puede hacer una tarjeta o colocar su foto en algún espacio, e involucrar a los niños y adolescentes en esta iniciativa.

Quien está en duelo debe reconocer que está pasando por un momento difícil y perder el miedo de hablar de sus emociones. “Esta Navidad va a ser bien diferente para todos, y todo esto nos despierta emociones que son importantes poder conversar”, recalca Despaigne.

Si algún miembro de la familia no desea celebrar, y otros sí, sugiere hacer una pequeña reunión previa donde comenten lo que cada uno quiere para esta fecha y cómo lo quiere hacer. Aquellos que desean celebrarlo lo pueden hacer siempre invitando a la otra persona a participar, sin obligarlo y respetando su decisión.

* Los nombres fueron cambiados.

Cuando la Navidad evoca dolor

Cuando la Navidad evoca dolor

Momentos de agradecimiento

La psicóloga clínica María Eugenia Despaigne destaca que el agradecimiento es una forma de cambiar los estados mentales de negativos a positivos. “Si nos enfocamos solamente en lo que no hay, en la pérdida, vamos a desencadenar cosas negativas; depresión, tristeza, apatía, pero cuando balanceamos un poco trayendo lo positivo, donde agradecemos lo que sí hay, la vida, la salud, la presencia de muchos seres queridos que sí están con nosotros… Eso es lo que tenemos que poder rescatar”.

La psicóloga Giselle de la Hoz también invita a las personas a agradecer y contar las bendiciones que se tienen en el momento: cuáles son las ganancias a través de lo que se ha vivido, cuál fue la enseñanza que dejó esa persona que se ha ido, cómo fueron sus años vividos.

Qué no hacer cuando la persona está en duelo

– Aislarse, “que no es lo mismo que tener momentos de soledad”, aclara la psicóloga Giselle de la Hoz. – Tomar decisiones apresuradas o aceleradas en esta época. Las personas están mucho más susceptibles, por lo que cualquier decisión importante que tome lo hará en base a esos sentimientos. Mejor buscar a alguien que le ayude a tomar una decisión de forma objetiva. – No hablar mal de los demás, no quejarse, ni hablar de forma negativa, menos delante de los niños y adolescentes. Esto llena de amargura el ambiente. – No sobrecargarse de actividades que puedan generar más ansiedad. – No obligar a la persona a hacer lo que no quiere. Respetar si quiere un momento a sola o si no quiere hacer nada para Navidad.

No temas pedir ayuda

Si sientes algún estrés, ansiedad o dolor, busca ayuda. Puede ser una institución, como la fundación Piero Rafael Martínez; un psicólogo o un líder religioso, sugiere la psicóloga Giselle de la Hoz.

La psicóloga clínica María Eugenia Despaigne comenta que cuando la persona en duelo está muy atascada en la negatividad, está aislada, que no quiere recibir ayuda, no quiere expresar sus sentimientos y ha estado así por mucho tiempo, es momento de buscar ayuda en salud mental, psicoterapia, psicólogo o psiquiatra.

“Hay que diferenciar cuando es una tristeza natural de pérdida a cuando se convierte en una depresión. Ahí hay que buscar ayuda con profesionales de la salud mental”.