En diciembre se disparan estados emocionales como la tristeza, la apatía, la rabia, la culpa.

Mientras algunas personas evitan cualquier tipo de celebración o decoración, otros actúan como si nada estuviera pasando, “cuando realmente hay un montón de sentimientos”, recalcó la psicóloga clínica María Eugenia Despaigne, en un artículo publicado en revista ELLAS en diciembre de 2020 titulado Cuando la Navidad evoca dolor.

Detalló que en una persona que está pasando por una tristeza natural de pérdida, lo primordial es el apoyo de la gente querida, sentirse acompañado y poder expresar sus emociones.

En 2023, en una entrevista con ELLAS, la psicóloga Rita Barrera de Segura, voluntaria de la Fundación Piero Rafael Martínez De La Hoz, mencionó algunas ideas prácticas para lidiar con la soledad y la tristeza durante esta época del año (por la pérdida de un ser querido). “Se hace necesario: ‘Vivir un día a la vez’, recalcó.

Algunas de estas ideas son:

Reunirse en familia, encender una vela conmemorativa en honor al ser querido pasándola de mano en mano, donde cada persona tenga la posibilidad de mencionar momentos especiales vividos con su ser amado.

Planificar una celebración conmemorativa en una capilla o iglesia, donde se invite con anticipación a la familia y allegados.

Organizar un altar conmemorativo (temporal), vinculando una fotografía de su ser querido para recordarlo de manera especial, donde cada persona tenga la oportunidad de escribirle un mensaje dándole gracias por todo el tiempo que les dedicó y los momentos compartidos.

Hacer una obra social en memoria de su ser querido.

Visitar el cementerio o iglesia donde descansa su ser querido. Seguidamente y como muestra de gratitud se puede organizar un compartir en familia.

‘¿Cómo has estado?’

Ante un ser querido, amigo o familiar que está pasando por un duelo o estrés lo primero que se puede hacer es ponerse a la orden, aconsejó Giselle de la Hoz, directora ejecutiva de la fundación Piero Rafael Martínez, en un artículo publicado en revista ELLAS en 2020. Decirles “aquí estoy para ti”, preguntarles cómo se le puede acompañar o qué actividades cotidianas disfruta hacer (caminar, tejer, orar, escribir, cantar).

Hay que facilitarle a la persona expresar sus sentimientos. Se le pueden hacer estas preguntas de forma auténtica: “¿cómo te sientes?”, “¿cómo has estado?” “¿te gustaría hablar de lo que estás sintiendo?”

Permítanle llorar”, acotó De la Hoz al referirse al individuo que está en duelo. “Muchas veces nos sentimos culpables de ver a la persona llorar; esa persona tiene que experimentar el dolor por lo que está viviendo”.

Señaló que en las familias a veces hace falta la confianza emocional, esa capacidad de expresar las emociones con personas cercanas. Poder decir “estoy extrañando a esa persona, quisiera abrazarla, decirle que la amo”.

Para estas fechas, en familia se puede hacer un tipo de memoria o ritual para recordar a esa persona que se ha ido, aunque esto signifique que puedan llorar. Se puede hacer una tarjeta o colocar su foto en algún espacio, e involucrar a los niños y adolescentes en esta iniciativa.