“Un toque barroco, por qué no”, dijo el diseñador en ‘backstage’ sobre su colección y la temática de toda su pasarela; desde la invitación bañada en oro hasta pinturas italianas que recibían a los invitados.


El estilo Armani no gusta de cambios; su propuesta siguen siendo los pantalones estrechos en conjunto con faldas entalladas, con abrigos esbeltos y cinturón o un vestido largo.

Tonos pastel, estampados y bordados florales fueron la distinción en este desfile.


En la pasarela resaltaron algunos giros de estilos, gorros ‘beenie’, boinas ligeramente decoradas e incluso un sutil velo que insinúa la delicadeza del rostro femenino.


