¿Un llavero de sancocho? ¿Aretes con forma de ajo? Así son las creaciones de Crenativo, el proyecto fundado por Ángel Cueva y Edgardo Llerena, que toma la cultura panameña y lo lleva a pequeñas piezas de arte hechas a mano.
Crenativo Studio nació de la observación, según explicó Ángel en entrevista a ELLAS. “En el mercado local de souvenirs casi siempre encontrábamos lo mismo. Fue entonces cuando entendimos que había espacio para innovar, para proponer algo distinto que hablara de Panamá de una manera fresca y auténtica” destacó.
Su nombre, de la fusión de “creativo y ”nativo".
Su primera pieza fue un mango. Ángel detalló que ambos les encanta comer mango, por lo que para ellos esa creación estuvo cargada de simbolismo. En un inicio, únicamente creaban collares, pero se fueron expandiendo a más accesorios como llaveros, aretes, calcomanías y más.
“En ese entonces todo era experimentar, descubrir, darle forma a lo que teníamos en mente. Se nos hacía conveniente llegar por la comida, a los panameños nos encanta la comida, y definitivamente la gastronomía panameña y su biodiversidad es muy particular” aseveró.
El recibimiento que han tenido sus creaciones les ha causado sorpresa y alegría, comentó Edgardo. “Cada pieza despierta sonrisas y conecta con nuestra identidad, como ocurre con el llavero de sancocho, que evoca recuerdos y sensaciones. Aunque a veces surgen dilemas super chéveres, como el de si los sancochos llevan mazorca o no lo llevan”.
En Crenativo se pueden encontrar piezas como dijes de tortilla de maiz con queso amarillo, collares de patacón y aretes de bosas de naranja. Edgardo detalló que la forma en la que deciden qué nuevo elemento crear es observando el entorno panameño.
“Observamos lo que realmente conecta con los panameños, guiándonos también por temporadas y festividades. La complejidad de cada diseño también es un factor importante en nuestra elección” indicó.
Añadieron que el humor y la nostalgia son ingredientes esenciales de su propuesta. “A veces nos da risa porque terminamos hablando más de comida que de accesorios. Pero eso es lo que nos gusta: que las piezas se sientan cercanas, que sean parte de lo que nos une”, dijo Edgardo.
Del sancocho al sous
Entre sus creaciones, Ángel destacó que las cuatro piezas que se han convertido en favoritas son el patacón, el raspao’, el marañón y las pulseras con la silueta de Panamá. “Todas transmiten una esencia única de lo que somos” afirmó.

Foto: Cortesía
Destacaron que cada accesorio es un reto y que “ninguno es fácil de fabricar”, aunque las más complicadas son las que requieren más nivel de detalle como el sancocho o el sous.
“Desde la forma de la olla hasta los ingredientes componen el sancocho; la presa de pollo, el ñame, el color característico del caldo. Otra pieza compleja es la del sous: recrear diminutas patitas de cerdo o incluso rodajas de pepino no es nada sencillo, pero al final son precisamente esos detalles los que le dan vida y autenticidad a cada accesorio” destacó Ángel.

Foto: Tomada de Instagram @crenativo
La materia prima de estas piezas es la arcilla polimérica, la cual complementan con resina.
“Nos encanta Panamá, y estamos seguros de que nuestras piezas aportan un granito de arena al sentido de pertenencia. Al final, cada pieza es un pedacito de Panamá que puedes llevar contigo; y para quienes están lejos, un recuerdo que conecta con nuestra tierra, nuestra cultura y nuestra memoria” concluyeron.

