En su recorrido inaugural por la Feria Nacional de Artesanías, celebrado hace algunos días, la ministra de Cultura, María Eugenia (Maruja) Herrera, se detuvo frente a un colorido puesto donde estaba la artesana Noemí García Arce, una mujer guna sorda que ha hecho del diseño textil su oficio y su forma de vida.
Allí, entre telas vibrantes y creaciones originales, la ministra le preguntó a la artesana por el precio de un conjunto de blusa y pantalón confeccionado con las telas tradicionales que las mujeres gunas utilizan en sus faldas y tocados, con detalles de mola en las mangas.
El atuendo destacaba por su audaz simetría: la mitad en un estampado azul marino con motivos amarillos y la otra mitad en un rojo vibrante con figuras de animales, logrando una fusión llamativa entre tradición y estilo contemporáneo.
La ministra de Cultura, Maruj Herrera, y la artesana Noemí García Arce, durante la Feria Nacional de Artesanías. Foto cortesía: Lois Iglesias/MiCultura
Maruja finalmente la adquirió por 50 dólares y, días después, volvió a la feria luciendo el conjunto, rindiendo homenaje no solo a la estética indígena panameña, sino también al trabajo de una artesana resiliente.
Noemí, además de haber sido parte de esta cita anual que congrega a cientos de artesanos de todo el país, presenta sus diseños en distintas ferias a lo largo del año, consolidando su arte como un medio de independencia económica.
Su trabajo estiliza elementos de su cultura y los transforma en piezas de vestir únicas, apostando por una propuesta de moda con raíces.
La artesana Noemí García Arce, una mujer guna sorda que ha hecho del diseño textil su oficio y su forma de vida.