El templo de la moda parisino Colette cerrará definitivamente sus puertas este miércoles, tras 20 años inspirando a las estrellas y a los fashionistas del mundo entero.

Pocas horas antes del cierre, los clientes se apresuraron a comprar un último objeto, buscando entre los tres pisos de la tienda.

La especificidad de Colette , situada en la elegante calle parisina Saint Honoré, a 300 metros del Louvre, era vender objetos tan diversos como prendas de lujo, libros de arte, gadgets y cosméticos. Una chaqueta de Saint Laurent a 9.900 euros se vendía por ejemplo junto a una esponja a 4 euros y una funda de teléfono a más de 200 euros.

Con los años se convirtió en un lugar indispensable para los amantes de la moda y en fuente de inspiración de otras muchas tiendas en París y en otras ciudades.Entre sus adeptos, figuran el diseñador Karl Lagerfeld, la gurú de la moda Anna Wintour y cantantes como Katy Perry y Kanye West, que hacían un alto en sus viajes a París.

Colette era dirigida desde su apertura por un dúo discreto: Colette Roussaux, que se jubila, y su hija Sarah Andelman, directora artística de la tienda.

De forma inesperada, la tienda anunció su cierre en julio pasado con un simple comunicado: “Colette Roussaux llega a una edad en la que es hora de tomar su tiempo y Colette no puede existir sin Colette”.

La famosa concept store se convertirá el año que viene en una tienda Saint Laurent.