Hace un momento me escribió una lectora. Una chica de 34 años, ingeniera de alimentos, que le encanta la pastelería vegana y gluten free. Me cuenta que por un tiempo, le vendió a familiares y amigos, pero ahora está en el dilema entre mantener su trabajo y cumplir con sus deudas o realizar su sueño de emprender.

Les comparto sus miedos y los consejos y la respuesta que le compartí y, ahora con más tiempo, quisiera expandir.

La edad. Ella tiene 34. [Y por lo visto, no sabe que yo estoy apunto de cumplir 40]. ¿Es posible “desviarse” de su carrera profesional a esta edad? Pues para mí es aún más fácil crear una negocio cuando uno tiene más experiencia. Y por experiencia, no me refiero solamente en el campo profesional. Sino también en la vida. La “calle” nos enseña manejar a la gente, negociar, buscar recursos…y, en mi caso, tener paciencia y escoger mis batallas.

Tener calle creo que nos hace minimizar los tropiezos que todos tenemos al emprender. Es parte del proceso. Tropezarse, levantarse y aprender [bis]. ¿Cuántas veces estás dispuestos a tropezarte? ¿Cuántas veces estás dispuesto a levantarte? Entre más preparado y organizado estés con la visión de lo que quieres emprender, menos piedras tiene el camino.

Para los que ya han empezado algún proyecto y se han desanimado por varios tropiezos, les digo que dudo, que en el camino de emprender, haya alguien esperándolos para meterles una zancadilla. Mirando hacia atrás. La mayoría de los tropiezos eran casi imposibles de predecir. Vamos…no podemos sabérnoslas todas. Y hay cosas que Google nunca te va a decir de antemano a no ser que le preguntes directamente. En nuestras mano está el poder estar preparadas para minimizar los tropiezos, levantarnos rápidamente y continuar.

La experiencia. Ella es ingeniera de alimentos. No ha estudiado pastelería. Pero es lo que le gusta.

Si es lo que te gusta y tienes la disciplina y persistencia de aprender por los medios que te sean accesibles, lo lograrás. [Ella tampoco sabía que yo tampoco estudié nada que ver con lo que me dedico ahora.]

Estudié ingeniería industrial. Casi toda mi experiencia laboral fue en multinacionales en los departamentos de logística, ventas y mercadeo. Sí, vendí desde papel higiénico hasta televisores 4k. Cuando salté de un empresa a otra, no me enfrasqué en el tipo de producto o negocio, sino si podía lograr lo que se requería de mí con la experiencia que tenía en el momento. Sí, el lanzarnos a algo que desconocemos, puede dar miedo. Cuando entré al mundo de televisores, no tenía ni idea que era IPS. Simplemente tuve que preguntar, investigar y aprender. De la misma manera que lo hicimos cuando fuimos a la universidad y entramos a nuestro primer trabajo.

El mindset. Ella se pregunta qué emprendimiento puede hacer en lo que ya tiene experiencia. Yo digo ¿qué oportunidad de negocio puedes hacer con lo que sabes?

Usemos nuestro conocimiento en la rama que estamos, para buscar ese nicho de mercado que falta por suplir. Todas tenemos la capacidad de aprender. De abrir un libro o la computadora e investigar. Recuerden que cuesta más competir en un mar de peces similar a ti que ser una especie exótica. Y lo bonito de emprender, es que nosotras mismas podemos crear ese producto o servicio único.

Las deudas. Si tienes deudas, con más razón debes de organizarte…tirar números. Y por tirar números, me refiero más allá de los costos del producto y el precio de venta.

¿Has revisado qué tan factible es tu negocio en el entorno en el que vives? ¿Puedes mantener las obligaciones del negocio y el tuyo propio a la vez? ¿Son tus números realistas? ¿Tiene aceptación tu producto o servicio más allá de tu familia y amigos? ¿Tienes pensado cómo vas a dar a conocer tu emprendimiento más allá de abrir una cuenta de Instagram?

Si la mayoría de las respuestas fueron “no”, quizás tengas que revisar bien el plan antes de lanzarte a emprender. Y si hubieron algunos o varios “no sé”, recomiendo hacer un plan de negocio. Sí, esto suena a que uno necesita una maestría para lograrlo y puede que de pereza. Pero es la única manera de plasmar tu negocio en papel antes de tirarte al agua. Recuerden que siempre está nuestro amigo Google para ayudarnos en el cómo hacerlo.

Y si tienes la respuesta a todas las preguntas, ya estás a medio paso de lanzar tu emprendimiento. ¿Qué esperas?