A veces la tristeza nos embarga por ilusiones que no llegamos a concretar y sueños  pendientes de realizarse, pero es necesario animarse y decorar nuestros ambientes laborales para contagiar a otros de la magia de la Navidad y realizar nuestras listas de sueños, porque no deben faltar en estas fiestas que celebramos por el nacimiento del Redentor.

Como cualquiera trabajadora puedo desear estar en otro escenario de trabajo o volver a un tiempo atrás, pero de eso no se trata la vida. Debemos pasar la página y no anclarnos al pasado. Reconozco que cuesta mucho, pero aun así debemos intentar realizar cambios para poder producir resultados distintos, sino estaremos girando en un mismo círculo sin llegar a caminos diferentes.

Esto me recuerda a un árbol que está a una calle de mi casa. El árbol está condenado a que le poden sus ramas y hojas, no se  porqué lo hacen. Es un árbol en forma de “v”, le cortan las hojas y estas vuelven a retoñar una y otra vez. No desiste de florecer, pero el pobre no puede desplazarse para que su resultado sea distinto. En cambio nosotros sí podemos cambiar nuestro presente, buscar opciones para movernos a un lugar en donde podamos superarnos. Si donde estamos nos cortan las ramas una y otra vez, de nada sirve seguir en ese lugar, lo mejor será movernos a un lugar en que nos valoren y cuiden para dar más flores.

A ti lector te puedo comentar que en lo personal ansío cambios a favor de un buen clima laboral en donde me desempeño. Pasamos más de ocho  horas diarias en una oficina, más que las horas en las que podemos estar despiertos y ser productivos en nuestra vida personal, por ello con más razón merecemos ser felices y sentirnos a gusto en el lugar donde nos toca convivir a diario. Eso es muy necesario para que se traduzca en buenos resultados a manera de rendimiento y productividad laboral, palabras claves que les encanta a los empresarios o directores a cargo de organizaciones y del personal.

Aún en medio de ese sentir, es de valientes reconocer que debemos agradecer todo lo que la vida nos ha ofrecido. He escuchado que entre más se agradece, más la vida te sorprenderá, porque siendo humildes, las cosas se podrán dar de poco a poco, por lo  tanto sigue soñando y pide al altísimo en estas navidades los sueños que tienes y si entre ellos está el poder contar con un mejor ambiente de trabajo, en donde puedas contribuir sin menoscabar tus aspiraciones, así como poder ver resultados en lo que rindas a diario, habrás conseguido lo más anhelado y soñado.

Seguiremos en otra vuelta,