La batalla de este lunes no es por el trono de hierro o por escapar de Gilead y su infierno de opresión teocrática, la contienda es por el Emmy.

Game of Thrones (Juego de Tronos) y The Handmaid’s Tale (El cuento de la criada) llegan al llamado Óscar de la televisión con siete y tres estatuillas en un evento de premiación de los Emmy previo a la gala de este lunes en Los Ángeles, donde se darán a conocer los ganadores de las principales categorías, incluida la de mejor serie dramática que la serie distópica de Hulu ganó el año pasado y la fantasía medieval de HBO los dos años previos.

Basada en la novela de Margaret Atwood El cuento de la criada, la serie sobre un régimen teocrático en el que la mujer está sometida a su papel reproductor captura la atención de Estados Unidos cuando defensores de los derechos femeninos protestan la nominación del juez ultraconservador Brett Kavanaugh a la Corte Suprema por parte del presidente Donald Trump.

Kavanaugh enfrenta una acusación de agresión sexual por parte de una profesora universitaria, que afirmó haber sido atacada a principios de la década de 1980 por el juez cuando estaban en bachillerato.

“Pienso que ganará The Handmaid’s Tale por el momento que vivimos, aborda muchas preocupaciones que la gente tiene ahora, creo que será su año”, afirmó a la AFP Tim Gray, editor senior de Variety.

El show “es una versión extrema de lo que la mayoría de las mujeres en Estados Unidos temen”, pero “si gana no va a ser porque estemos en la era del MeToo, sino porque es realmente bueno”, dijo por su parte Sasha Stone, fundadora del sitio especializado Awards Daily.

El sitio de predicciones Gold Derby no solo da ganadora a The Handmaid’s Tale por segundo año consecutivo del mayor premio de la noche (mejor serie dramática), sino que coloca a su protagonista, Elisabeth Moss, revalidando su título de mejor actriz, además de otras dos categorías.

Juego de tronos, como se le conoce en otros países, que sigue la disputa de familias nobles por el control de los Siete Reinos, no participó en la última edición de los Emmy porque su séptima temporada se estrenó después de que cerrara el plazo de postulaciones. No obstante, la avala un pasado brillante. Es ya el programa de ficción más galardonado en la historia de estos premios.”Podría vencer porque tiene un cariño generalizado”, aseguró Stone, que destacó que el programa “ha puesto su centro de poder en manos de mujeres y, a su manera, trata de la opresión de sus derechos y de los de otros”.

Se disputan además el premio a mejor drama la serie de espías durante la Guerra Fría The Americans, la serie sobre la monarquía británica The Crown, la atrevida Stranger Things, el drama familiar This Is Us y el western de ciencia ficción Westworld.

Sin Veep en competencia, Atlanta luce como candidata para llevarse la estatuilla a mejor comedia de esta competencia.

A la ceremonia de este lunes llegará nominada por primera vez la española Penélope Cruz por su primer trabajo en televisión: American Crime Story: El asesinato de Gianni Versace, en la que interpreta a la hermana del diseñador, Donatella. “Uno siempre se pone nerviosa en esas ceremonias”, dijo el domingo a la AFP la ganadora del Óscar. “Pero contenta y con ganas de disfrutarlo con ellos”, sus compañeros de esta producción del canal FX.

El venezolano Édgar Ramírez, que encarna a Versace; su amante interpretado por Ricky Martin; y su asesino, Darren Criss, también fueron nominados. Antonio Banderas fue nominado por su papel de Pablo Picasso para NatGeo.

Entre las ausencias más notorias estará House of Cards, sacudida por el escándalo de abuso sexual en Hollywood tras varias denuncias contra su estrella, el dos veces ganador del Óscar Kevin Spacey, que fue despedido del show. Es probable que el movimiento MeToo, que cumple casi un año, tenga nuevamente protagonismo en la gala una semana después que el poderoso presidente de CBS Les Moonves renunciara tras acusaciones de mala conducta sexual.

Trump tal vez se lleve lo suyo, aunque uno de los anfitriones, Colin Jost, dijo que esperaba unos  Emmy “menos políticos de lo normal”.