Una de sus escenas de sodomía destruyó la vida de una actriz. Antes del escándalo Weinstein y del MeToo, El último tango en París, de Bernardo Bertolucci, se convirtió en símbolo de la violencia sexual en el séptimo arte.

En esta película clasificada X en muchos países, Maria Schneider, que tenía 19 años cuando empezó el rodaje, vive una historia tórrida con un viudo estadounidense de paso por París, interpretado por Marlon Brando. El actor estadounidense sería nominado a los premios Óscar por ese papel. Ambos deciden no saber nada el uno del otro, ignorando hasta sus nombres.

La película, cruda y mórbida, alcanza su paroxismo en una escena de sexo no consentida, con una barra de mantequilla como lubrificante. Pese a ser simulada, esta escena de violación marcará la historia del cine, a la vez que destruirá a la joven actriz, como cuenta su prima, la periodista Vanessa Schneider en su libro Tu t’appelais Maria Schneider publicado en Francia este año.

‘El último tango en París’, convertido en símbolo de la violencia sexual en el cine

‘El último tango en París’, convertido en símbolo de la violencia sexual en el cine

Según la intérprete francesa que rodó posteriormente unas 50 películas, ni Brando ni Bertolucci la previnieron del uso de la mantequilla. Al abordar nuevamente esta escena en 2007 en declaraciones al tabloide británico Daily Mail, la actriz confió que sus “lágrimas eran verdaderas” en la película.

“Me sentí humillada y francamente, tuve un poco la impresión de que me violaban, Marlon y Bertolucci. Al final de la escena, Marlon no vino ni a consolarme ni a disculparse. Afortunadamente, bastó con una toma”, dijo.

Sus declaraciones fueron tomadas con una cierta distancia por los medios, que prefirieron dar más voz al director que a la actriz, fallecida en febrero de 2011. Al conocer la noticia de su muerte, Bertolucci afirmó que le habría gustado “pedirle perdón”.

“Maria me acusaba de haberle robado su juventud y no es hasta ahora que me pregunto si en parte no era verdad. En realidad, era demasiado joven para poder aguantar el impacto que tuvo el éxito brutal e imprevisible de la película”, afirmó.

En diciembre de 2016, el escándalo resurge nuevamente: un video que fecha de 2013 emerge en las redes sociales con unas polémicas declaraciones del director: “La secuencia de la mantequilla fue una idea que tuve con Marlon la víspera del rodaje. Quería que Maria reaccionara, quería humillarla”, confiesa. “No quería que interpretara la rabia, sino que sintiera la rabia y la humillación”.

“A todos a quienes les gustó este filme, están viendo a una joven de 19 años que está siendo violada por un hombre de 48. El director planificó la agresión. Me pone enferma”, escribió en Twitter la actriz Jessica Chastain, muy comprometida en la causa de las mujeres y en el movimiento Time’s up.

Bertolucci se defiende afirmando que Schneider conocía el guión y que solo ignoraba la idea de la mantequilla. Critica además la inocencia de quienes no saben que “el sexo es (casi) siempre simulado en el cine”.

La polémica precederá el escándalo Weinstein y las revelaciones de agresiones sexuales que denunciaron muchas actrices en 2017.