Thomas Markle, el padre de Meghan Markle, conducirá al altar a su hija el día de su boda con el príncipe Harry, el 19 de mayo. Tanto Thomas como la mamá de la novia, Doria Ragland, “desempeñarán un importante papel” ese día, anunció el portavoz del palacio de Kensington.

“La mañana de la boda, la señora Doria Ragland viajará con la señorita Markle en coche hasta el castillo de Windsor“, a unos 30 Km. al oeste de Londres, donde tendrá lugar la ceremonia, indicó el portavoz en una conferencia de prensa. Y el propio Thomas, que está divorciado de Doria “conducirá a su hija hasta el altar en la capital de St George”. El mes pasado, el hermanastro de la futura esposa, Thomas Markle Junior, se había quejado en la prensa que su padre y él mismo no habían sido invitados a la boda.

El palacio de Kensington ha rehusado precisar si otros miembros de la familia de Meghan Markle estarán presentes en la ceremonia. Thomas Markle y Doria Ragland llegarán a Reino Unido la misma semana de la boda, “lo que permitirá a la familia del príncipe Harry, entre ellos la reina, el duque de Edimburgo, el príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles y el duque y la duquesa de Cambridge, pasar tiempo con ellos antes del gran día”.

Meghan, que es estadounidense, ha optado por no tener dama de honor. “Tiene muchas amigas cercanas, y no quiere elegir entre ellas” según el portavoz. Harry y Meghan, que pasarán separadamente la noche previa a la ceremonia, tal como es tradicional, no partirán de inmediato de viaje de novios.

Su primer compromiso oficial como pareja se producirá pocos días después de la boda. Tras la ceremonia, prevista desde las 11:00 a.m. a las 12:00 p.m. (hora de Londres), la pareja recorrerá Windsor durante unos 25 minutos, antes de volver al castillo donde esperan los 600 invitados al almuerzo. Además, dos mil 640 personas han sido invitadas al parque del castillo para asistir a su llegada y a la de los invitados.

Entre estos invitados, que deberán traer su cesta de picnic, hay mil 200 miembros del público y de organizaciones caritativas. Fuera de los muros del castillo, la policía espera a más de 100 mil personas en Windsor, donde algunas pasarán la noche.

Para la ocasión, se fletarán trenes suplementarios y se creará un parking de seis mil plazas. También se instalarán pantallas gigantes a lo largo del paseo en calesa que efectuarán los recién casados.