Era el día número 15 del royal tour.El príncipe Harry y su esposa, la duquesa de Sussex, Meghan Markle, se encontraban en una caminata por el viaducto del puerto de Auckland en Nueva Zelanda cuando se encontraron con Otia Nante, de seis años.

Harry se había acercado al público que se encontraba en el lugar para saludarles. Aprovechando la cercanía del príncipe, la abuela de Otia, Te Nante, le comentó a Harry que Otia lo admiraba de gran manera ya que él también había perdido a su mamá.

El duque, quién a los 12 años perdió a su madre, la princesa Diana, en un accidente automovilístico, le comentó al niño: “No te preocupes por tener a un solo padre. ¿Dónde está tu papa?”.

La abuela le respondió con voz suave que era ella quién estaba criando al niño.

Harry, conmovido por esto, confortó a Otia diciéndole: “La vida siempre estará bien. ¿Lo sabes? He llegado a los 34 años, y la vida es genial. Tengo una hermosa esposa y un bebé en camino. Tu vida mejorará. No te preocupes por eso”.

Luego se dirigió a su abuela y la animó diciéndole: “Estás haciendo un gran trabajo, Nan. Las abuelas son muy importantes en nuestra vida”.

Antes de irse, Harry se tomó un selfi con Otia, desafiando el protocolo real. Sin embargo, de seguro que por esta vez se le hará una excepción.

La conmovedora historia detrás del selfi del príncipe Harry

La conmovedora historia detrás del selfi del príncipe Harry