‘A color pinta El Pesebre’, fue el nombre que le dieron al proyecto que buscaba cambiar la imagen de este sector ubicado en la parte occidental de Medellín. Después de un largo proceso, que comenzó en agosto de 2016 y en el que pintaron las casas del barrio de color blanco, llenaron el lugar con ondas de diferentes tonos.
El artista francés Tarik Bouanani fue el encargado de darle color a las viviendas. Un colectivo compuesto por colombianos y franceses dedicados al arte también formó parte de esta hazaña. El fin principal de este mural gigante es cambiar la realidad de esta zona azotada por el conflicto urbano, a través del arte y la cultura. Ahora una obra multicolor adorna las 230 casas de ladrillo incrustradas en una montaña.

Una vista hacía la ciudaad de Medellín desde la zona de El Pesebre, un asentamiento irregular.

El mural se inspira en el arroyo que pasa por el lugar.

Cada una de las viviendas es como un pixel de la obra. Esta es una de ellas.

Residentes de El Pesebre caminan en medio de unas casas.

Niños y artistas ayudan en el proyecto.

Tarik Bouanani, artista responsable de esta intervención.

Un niño pinta una pared de una de las casas.

Una foto de El Pesebre antes de ser intervenido por el artista.


