El cáncer ginecológico abarca un conjunto de enfermedades que afectan los órganos reproductores femeninos —cuello uterino, ovarios, útero, vagina y vulva—, y cuya detección temprana puede marcar una gran diferencia.

En esta entrevista con ELLAS, la doctora Jordana Zalcman hace un llamado a las mujeres a priorizar su salud ginecológica y acudir al control anual.

“Cuando pensamos en cáncer en la mujer, lo primero que viene a la cabeza es el cáncer de mama, por su alta prevalencia. Sin embargo, hay otros cánceres que también afectan de forma importante la salud femenina, como los de ovario, endometrio, cuello uterino, vulva o vagina”, explicó Zalcman.

Estos tipos de cáncer —aunque menos frecuentes que el de mama— suelen diagnosticarse en etapas avanzadas, especialmente el cáncer de ovario, del cual el 80% de los casos se detectan en estadios tardíos, según detalló la especialista. La razón: sus síntomas son inespecíficos y muchas veces pasan inadvertidos.

Síntomas que no deben ignorarse

El cáncer de endometrio, por ejemplo, se presenta con sangrados vaginales anormales en mujeres que ya han pasado la menopausia, lo que debe considerarse una señal de alerta.

En el caso del cáncer de ovario, los síntomas pueden ser más vagos:

  • Hinchazón abdominal persistente

  • Sensación de llenura rápida al comer

  • Cambios en el tránsito intestinal o urinario

  • Cansancio inexplicable

  • Variaciones de peso sin causa aparente

“Son molestias que muchas mujeres pueden sentir ocasionalmente y no les prestan atención. Pero si son persistentes o aumentan, lo más recomendable es consultar al médico”, subrayó la doctora.

La importancia del control ginecológico anual

La doctora Zalcman insistió en que la detección temprana aumenta significativamente las posibilidades de tratamiento exitoso y mejora la calidad de vida.

“No hay que ir al médico todos los días, pero sí dedicar un día al año para realizar el control ginecológico. Este chequeo puede detectar cáncer de cuello uterino, ovario, endometrio o vagina antes de que sea demasiado tarde”, destacó.

Reconocer los síntomas en loscánceresque afectan a las mujeres es un aspecto crucial. La detección temprana, facilitada por exámenes realizados a tiempo, permite identificar estas enfermedades en etapas iniciales y garantizar supervivencia.

Además, la especialista resaltó que el cáncer ginecológico puede tener factores genéticos y epigenéticos. Entre ellos, antecedentes familiares, edad de la primera menstruación o menopausia, número de embarazos y uso de anticonceptivos.

No obstante, mantener hábitos saludables —como una alimentación equilibrada, actividad física y controles médicos regulares— ayuda a reducir los riesgos.

Avances científicos que cambian el panorama

La experta señaló que la medicina ha evolucionado de manera notable en los últimos años.

“El tratamiento del cáncer ha cambiado 180 grados en comparación con hace una década. Hoy contamos con terapias innovadoras, como la inmunoterapia, que fortalece el sistema inmunológico para combatir las células tumorales y mejora la supervivencia de las pacientes”, explicó.

Detección temprana: clave para salvar vidas frente a los cánceres ginecológicos

En la imagen, la doctora Jordana Zalcman, actual gerente médico de GSK para Centroamérica y el Caribe. Foto/Cortesía

Estas innovaciones −agregó− contribuyen a romper el paradigma de que el cáncer equivale a muerte o postración, pues los avances terapéuticos permiten tratar la enfermedad de forma más efectiva y con mejor pronóstico.

Un llamado al amor propio

Como mensaje final, la doctora Zalcman enfatizó la importancia de ver el cuidado de la salud como un acto de amor propio.

“El mayor acto de amor hacia nosotras mismas es regalarnos el cuidado de la salud. Más allá de lo estético, se trata de permitirnos ese espacio de consulta temprana para vivir con plenitud y seguir impactando de forma positiva en nuestras familias y comunidades”.

Sobre la doctora Jordana Zalcman

Jordana Zalcman es neuróloga y especialista en medicina interna. Originaria de Venezuela, cuenta con un Máster en Neuroinmunología por la Universidad de Barcelona y formación en neurología y medicina interna en la Universidad Central de Venezuela, donde también se desempeñó como profesora y coordinadora académica. Ha ejercido como neuróloga en centros como la Clínica La Arboleda, Sanitas Venezuela y el Hospital Vargas de Caracas, además de dirigir la unidad de estudios neurofisiológicos NEUROGRAF, S.C. Actualmente, ocupa el cargo de Gerente Médico de GSK para Centroamérica y el Caribe.