Tras mas de dos meses de especulaciones sobre su estado de salud tras someterse a una intervención abdominal el pasado 16 de enero, Kate Middleton reaparecía el 22 de marzo para anunciar, en un emotivo vídeo, que padece cáncer y que ha comenzado un tratamiento de quimioterapia preventiva. Ese video pidió además respeto para sobrellevar este durísimo trance para ella y para su familia con tranquilidad y en la más estricta privacidad.

En un primer momento se aseguró que los príncipes de Gales habían comunicado la noticia para acabar con los rumores y especulaciones surgidos en las últimas semanas, y se creyó que habían esperado hasta el día del inicio de las vacaciones escolares de Pascua -que en Reino Unido se alargan durante más de tres semanas- para proteger a sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, evitando así que los pequeños se enfrentasen a los comentarios sobre la enfermedad de su mamá en el colegio.

Sin embargo, la prensa británica, en concreto el Daily Mail ha revelado la razón por la que la Casa Real decidió que Kate diese la cara y compartiese públicamente que padece cáncer. Y sería para que esta noticia que ha dejado en shock a todo su país no se filtrara a través de otra fuente, sino que fuese la esposa del príncipe William la que diese a conocer su enfermedad.

Horas antes de la emisión de su vídeo, trascendió que había habido una filtración del historial médico de la nuera del rey Charles III en el Hospital en el que fue operada del abdomen el pasado enero, el Hospital London Clinic, y los tabloides británicos especulan con que el miedo a que se filtrase de otra manera la enfermedad de Kate -no se sabe si por algún trabajador de la clínica o por alguna persona cercana a la Familia Real británica que conocería la noticia- hizo que el Palacio de Kensington pasase a la acción, precipitando así el anuncio más complicado de la princesa de Gales.


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