Preocupación en Reino Unido por el estado de salud de la reina Isabel II (Elizabeth en inglés) tras conocerse, gracias a un comunicado emitido por el Palacio de Buckingham, que se encuentra en el castillo de Balmoral, Escocia, bajo supervisión médica.

“Tras una nueva evaluación esta mañana, los médicos de la reina están preocupados por la salud de su majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica. La reina sigue cómoda y en Balmoral”, señalaba el comunicado.

Con ella se encuentran el príncipe de Gales, Carlos (Charles); la duquesa de Cornualles, Camilla Parker Bowles; y su nieto el príncipe William (Guillermo). El príncipe Harry y Meghan Markle se encuentran en estos momentos viajando hasta allí debido a la gravedad del asunto.

Minutos después de emitirse el comunicado del Palacio de Buckingham, ha sido la ministra británica, Liz Truss, con quien se reunió hace apenas unos días, quien recalcaba que “todo el país está profundamente preocupado por las noticias desde el Palacio de Buckingham” y añadía: “mis pensamientos y los de la gente de todo Reino Unido están con su majestad la reina y su familia en estos momentos”.

Desde hace unos meses es muy habitual los cambios de agenda, por anulaciones, que ha llevado a cabo la reina Isabel II debido a su estado de salud. Son muchos los problemas de movilidad, de hecho cuando recibió Truss en su residencia de Balmoral y no en Londres, como es tradición de cara a su nombramiento como primera ministra.

Casada durante 73 años con el príncipe Felipe (Phillip), la reina Isabel no ha dejado ni un solo momento de servir a su país.

El orden sucesorio establece que el hijo mayor, príncipe Carlos, ascenderá al trono en caso de que el monarca muera o abdique, normas que fueron enmendadas en 2013 para garantizar que los hijos no tenían preferencia sobre sus hermanas mayores, en caso de haberlas.