Morat, una de las bandas más populares del pop latino actual, se reencontró con su público en ciudad de Panamá… ¡y de qué manera!
Unas 13 mil 500 personas colmaron el estadio Rommel Fernández para disfrutar de una noche cargada de energía, buena vibra y un repertorio repleto de emociones.
Ni la amenaza de lluvia —que cayó durante toda la tarde— ni la humedad impidieron que los fanáticos de la banda colombiana, originaria de Bogotá, comenzaran a llenar el coloso de Juan Díaz. Desde las 9:00 p.m. ya se sentía la euforia por ver a Juan Pablo Isaza Piñeros, Juan Pablo Villamil Cortés, Simón Vargas Morales y Martín Vargas Morales.
Fue a las 10:00 p.m. cuando las luces del estadio se apagaron brevemente, desatando gritos y aplausos ensordecedores. Había llegado el gran momento. La pantalla de la tarima principal presentó uno a uno a los músicos, mientras el público vibraba de emoción.
Con temas como Faltas tú, Cómo te atreves, 506 y A dónde vamos, Morat dio inicio a su show como parte de su gira Asuntos Pendientes.

Morat desborda emociones y energía en su reencuentro con Panamá. Foto de Gabriela Herrera - Mi Diario.
“Buenas noches, Panamá. ¿Cómo vamos? ¿Cómo está la energía esta noche?”, preguntaron desde la tarima, encendiendo aún más al público que no paraba de corear, saltar y emocionarse con cada canción.
Los colombianos agradecieron el cálido recibimiento, pese al calor y la lluvia, y celebraron su regreso al istmo, casi tres años después de su última presentación en el país.
La velada continuó con canciones como Cuando nadie me ve, Debí suponerlo, Sin ti y Mil tormentas, entre muchas otras que hicieron cantar a todo el estadio.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue protagonizado por Valeria, una niña de 10 años, que fue invitada a subir a una tarima secundaria en el centro del estadio para cantar Vale más y Tarde. La pequeña llamó la atención de la banda con un cartel que decía “Cúmpleme mi segundo sueño”, acompañado de una foto en la que aparecía cantando con Juan Pablo Isaza en un concierto anterior en República Dominicana.

Morat desborda emociones y energía en su reencuentro con Panamá. Foto de Gabriela Herrera - Mi Diario
Durante el concierto —una producción de Showpro y Magic Dreams— Morat implementó una dinámica que encantó al público: interpretar una canción nueva seguida de una antigua, logrando así una conexión especial con los asistentes.
Ya cerca del final, los artistas se despidieron agradeciendo a Panamá por una noche maravillosa, llena de entrega y pasión.
Pero aún había espacio para una última sorpresa: la agrupación regresó al escenario, desatando una ola de emoción con Besos en Guerra, uno de los temas más esperados de la velada. Un cierre épico para una noche inolvidable.


