Cuando nuestros peluditos comienzan a envejecer, a veces cometemos el error de enfocarnos únicamente en su bienestar físico, que, si bien es fundamental para garantizarles la mejor calidad de vida, no es lo único que debemos atender.
La realidad es que el envejecimiento también afecta el bienestar emocional de las mascotas, quienes en esta etapa pueden mostrar “mayor irritabilidad, ansiedad o alteraciones en los hábitos de sueño”, según contaron miembros de Medivet (grupo veterinario europeo con alrededor de 500 clínicas y hospitales situados en Reino Unido, España, Francia y Alemania). Por ello, es crucial cuidar también de su salud emocional.
En nuestra última entrega de la edición especial “¿Tu mascota se hace mayor” te hablaremos sobre salud emocional.
“Estos cambios pueden ser señales de malestar o dolor, por lo que es importante acudir al veterinario si se detecta alguna anomalía en la mascota”, aconsejan.

“Para mejorar la salud emocional y mental de una mascota geriátrica es muy importante proporcionarle un ambiente seguro y saludable, junto con un ejercicio físico adecuado a su condición y una dieta balanceada”, señala Almudena Vicente, directora médico veterinario de Medivet.
Además, “debemos estimularla mentalmente, por ejemplo a través juegos de olfato, juguetes interactivos o cambiando la ruta de los paseos”, añade. “La socialización es fundamental para una mascota”, enfatiza esta especialista.
“Su propietario o cuidador debe dedicarle tiempo de calidad, caricias, contacto físico y una interacción verbal suave, todo lo cual le brinda consuelo al animal. También es recomendable que la mascota mantenga contacto social con otras mascotas o personas que conozca y con las que se sienta cómoda”, concluye.

