Después de tres años de relación, contrajeron matrimonio Hugh Grosvenor, séptimo duque de Westminster, y Olivia Henson, empresaria británica, en la que es considerada la boda más influyente, poderosa y millonaria del país.
El escenario de esta unión fue la Catedral de Chester, Inglaterra, donde asistieron más de una centena de personas. Entre los principales invitados estuvo el príncipe William, quien era el encargado de recibir a los invitados en la entrada de la iglesia. Los grandes ausentes fueron el rey Charles III, la princesa Kate y el príncipe Harry.
El principe William, recibiendo a los 400 invitados durante la boda.
El novio, duque de Westminster, además de ser el ahijado del rey de Inglaterra, padrino de Archie, hijo del príncipe Harry; y del príncipe George, hijo del príncipe William; es considerado el hombre más rico menor de 40 años en Reino Unido. La fortuna de Hugh Grosvenor se estima en 12.000 millones de euros que reparte entre diversos negocios.
Por otro lado, Olivia Henson, ahora duquesa consorte, es directora de cuentas senior en Belazu, una reconocida empresa de alimentos en Londres. Se graduó del Marlborough College, el mismo internado donde estudiaron Kate Middleton y la princesa Eugenia.
La novia vistió un diseño británico de la londinense Emma Victoria Payne, con encajes y una espalda abierta. El velo incorporaba motivos florales y ribetes del velo de su bisabuela, una creación que data de 1880.
La tiara que lució Olivia era Faberge Myrtle Leaf, fabricada para los Grosvenor en 1906 para que la llevaran las novias de la familia el día de su boda. En “algo azul”, eligió unos zapatos de terciopelo de la marca española Silvia Lago.
Olivia Henson llegando a la catedral de Chester.
Zapatos utilizados por Olivia Henson como "algo azul" en su boda.
Diseño del vestido de la duquesa consorte, con escote en la espalda.
Después de la ceremonia, los novios y los 400 invitados se desplazaron para Eaton Hall, la mansión de los duques de Westminster. Este fue el lugar donde se crió el duque junto a sus hermanas, y desde ahora será la residencia oficial de los recién casados.
Los novios saliendo de la catedral luego de dar el "sí, quiero".
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