La plataforma gastronómica The World’s 50 Best Restaurants anunció su lista de los 50 mejores restaurantes de latinoamérica, en la cual fueron mencionados los panameños Maito y Cantina del Tigre.
El anuncio tuvo lugar en la ciudad de Antigua, Guatemala, siendo esta la primera vez que este evento tiene lugar en la región de centroamérica.
“La gastronomía panameña está viviendo un momento extraordinario. Estos reconocimientos son una prueba del talento, la disciplina y la capacidad de innovación de nuestros chefs y emprendedores” comentó Gloria De León Zubieta, administradora de la Autoridad de Turismo de Panamá, en un comunicado compartido con ELLAS.
Maito (18)
El restaurante del chef Mario Castrellón, ocupa el lugar más alto de un local panameño en el listado. Se trata de su décima aparición en este prestigioso ranking.
Maito ha logrado destacarse fusionando la diversidad de culturas, sabores e ingredientes de Panamá, creando una propuesta culinaria elogiada a nivel mundial.
El local también fue reconocido por la plataforma como el mejor restaurante en Panamá.
“Estar en la lista de#LatAm50Best es más que un reconocimiento. Es una oportunidad para abrir puertas desde Panamá hacia el mundo, para mostrar de dónde venimos y hacia dónde podemos ir cuando cocinamos con identidad y propósito" publicó el restaurante en sus redes sociales.
Cantina del Tigre (47)
Ubicado en Calle 68 Este, San Francisco, este restaurante del chef Fulvio Miranda también repite su participación en el listado, en su caso, su tercera aparición. Cantina del Tigre surge del concepto de reinventar platos panameños tradicionales.
En un video publicado en sus redes el pasado junio, Fulvio explicó cómo nació esta propuesta durante la pandemia. Contó que, en medio de la incertidumbre y con varias cocinas aún operando, buscaban una manera de mantenerse activos y creativos. De esa necesidad surgió la idea de lanzar “La Cantina del Tigre”, una cevichería ambulante que recorría el país para llevar sabores frescos y, al mismo tiempo, dar a conocer la marca.
Según el chef, su conexión con el interior del país y la tradición de las cantinas fue clave para definir la esencia del concepto. El objetivo desde el inicio fue que, cuando finalmente abrieran el restaurante físico, el público ya reconociera quiénes estaban detrás de la propuesta y qué tipo de experiencia querían ofrecer.
