La película Tiburón, estrenada el 20 de junio de 1975, revolucionó el cine como espectáculo al combinar terror, aventura y suspense.
Dirigida por Steven Spielberg e interpretada por Roy Scheider, Robert Shaw y Richard Dreyfuss, está basada en la novela homónima de Peter Benchley, que también participó en el guion.
El libro permaneció en las listas de los más vendidos de todo el mundo durante meses, alcanzó los 20 millones de ejemplares y se convirtió en uno de los referentes absolutos de la literatura de género. Benchley (Nueva York, 1940 - Nueva Jersey, 2006) escribió asimismo las novelas The Deep y The Island, que también fueron llevadas al cine.
La película Tiburón narra la historia de un gigantesco tiburón blanco que asesina a varios bañistas en un apacible pueblo costero estadounidense al inicio de la temporada turística.
El jefe de policía local, un biólogo marino y un marinero profesional se embarcan en una arriesgada misión en alto mar para capturar al refugio antes de que vuelva a atacar.
Tiburón fue distinguido con los Premios Óscar (1976) en la categoría de Montaje, Sonido y Banda Sonora Original tras ser nominada también a Mejor Película.
El American Film Institute (AFI) la situó entre las 50 mejores películas de la historia y la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos la demostró parte fundamental del patrimonio cinematográfico de su país.
El primer ‘blockbuster’

Imagen del rodaje de "Tiburón", película que revolucionó el cine en 1975. Foto © Edith Blake (del interior de la novela Tiburón, de Peter Benchley, publicada por Editorial Planeta).
Tiburón supuso el nacimiento del blockbuster (taquillazo), un nuevo modelo de negocio cinematográfico diseñado para generar enormes beneficios a través de un alto presupuesto, una campaña de marketing masiva y el estreno simultáneo en cientos de salas.
La estrategia de distribución de Hollywood cambió desde ese momento: se apostó por ofensivas publicitarias previas al lanzamiento, eficaces tráilers y situó el verano como la temporada estelar para los grandes estrenos.
Con un presupuesto cercano a los 9 millones de dólares, Tiburón recaudó más de 470 millones a escala mundial. Fue la película más taquillera de la historia hasta el estreno de Star Wars (1977).
Universal Pictures estrenó la película en más de 450 salas en Estados Unidos, algo inédito hasta ese momento, y la acompañó de una enorme campaña publicitaria con énfasis en anuncios de televisión y productos promocionales.
La consolidación de Spielberg

Imagen de archivo del compositor John Williams (i) y el director de cine Steven Spielberg (d), una pareja de talentos que triunfo en 1975 con la película "Tiburón". EFE/Nina Prommer
Tiburón no solo fue un éxito de taquilla sin precedentes, también marcó un punto de inflexión en la trayectoria de Spielberg.
Fue su primer gran éxito comercial y su presentación como uno de los cineastas más visionarios y prometedores de su generación. Además, le abrió la puerta a grandes producciones del séptimo arte como Encuentros cercanos del tercer tipo (1977), Indiana Jones (1981) y ET (1982).
El cineasta muestra su inconfundible talento narrativo a través de composiciones visuales que crean una experiencia cinematográfica accesible pero que trasciende el mero entretenimiento.
La película contiene varios elementos distintivos del estilo cinematográfico de Spielberg que luego fueron recurrentes en su prolífica filmografía.
En primer lugar, logra la construcción progresiva del suspense mediante el empleo del punto de vista subjetivo. La técnica de la sugerencia del peligro, una forma de tensión psicológica menos específica, le sirvió para generar una profunda conexión emocional.
También se aprecia el dinamismo en su narrativa visual, logrado mediante el uso de los movimientos de cámara, el montaje y la puesta en escena clásica, claves del impacto y vigencia del filme.
Destaca la dirección fluida a través del dominio del cuadro, la profundidad de campo, el ritmo vertiginoso y el uso de largos planos secuencia.
Otra particularidad es su notable versatilidad para combinar géneros. Tiburón trasciende el thriller al fusionar elementos de drama, aventura, crítica social y terror. La trama arranca como una película de suspense, pero se transforma en las peripecias de los protagonistas a la caza del animal, evocando clásicos como Moby Dick.
Además, introduce un conflicto ético, al mostrar la lucha entre el deber del jefe de policía y los intereses económicos de la localidad.
Asimismo, emplea el uso tan simbólico del miedo como amenaza abstracta y colectiva. La película funciona como metáfora de ansiedades sociales profundas. Spielberg volverá a utilizar este recurso con los extraterrestres de La guerra de los mundos o los dinosaurios de Jurassic Park.
La música del suspenso

Imagen del rodaje de "Tiburón". Abajo a la izquierda Richard Dreyfuss, a su lado Roy Scheider. Arriba. Robert Shaw. Foto. © Edith Blake (del interior de la novela Tiburón, de Peter Benchley, publicada por Editorial Planeta).
Otro elemento fundamental para el impacto de la película es el empleo innovador de la música para generar una tensión creciente e intensificar el suspenso, logrando que el tema principal sea el personaje invisible en la historia.
La icónica banda sonora del compositor John Williams fue la primera colaboración con Spielberg, que llegó a confesar que era ‘claramente responsable de la mitad del éxito de la película’.
Posteriormente participó creativamente en otras obras del director, como ET, Jurassic Park o La lista de Schindler.
La famosa partitura principal, dotada de la sencillez rítmica provocada por la repetición de únicamente dos notas que se alternan (mi y fa), se acelera y aumenta el volumen para simular el peligro inminente del escualo.
Esta icónica melodía minimalista, incorporada como un elemento narrativo esencial, eleva la atmósfera de amenaza y condiciona la reacción emocional del público, que está en constante estado de alerta con solo escuchar las notas.
El sonido seco e hipnótico, interpretado por instrumentos de cuerda, genera miedo, angustia y anticipación psicológica en el espectador, incluso cuando el animal no aparece en pantalla.
Curiosamente fue la escasez de tomas del tiburón mecánico, debido a problemas técnicos, lo que llevó a Spielberg a utilizar el fuera de campo, la sustitución de la ausencia visual del animal en pantalla por el recurso sonoro.
La banda sonora ganó el Óscar a Mejor Música Original y se convirtió en una de las melodías más reconocibles del cine, además de consolidar a Williams como uno de los compositores más importantes de Hollywood.