Las salas de cine de Panamá reciben Querido Trópico, la película panameña-colombiana dirigida por Ana Endara, reconocida en múltiples festivales internacionales. En ELLAS conversamos con Endara y con la productora Isabella Gálvez para conocer de cerca el proceso creativo y los desafíos detrás del filme.
“Querido Trópico cuenta la historia de Mercedes, una mujer adinerada que enfrenta los primeros síntomas de demencia, y de Ana María, su cuidadora colombiana, marcada por una herida personal”, explicó Endara sobre la trama.
La directora detalló que la inspiración de la película surgió de su reflexión sobre “el cuidado dentro de las sociedades latinoamericanas donde hay mucha desigualdad”, así como de sus propias preguntas en torno a la maternidad y al “papel que se le asigna a las mujeres como cuidadoras”.

La cinta está protagonizada por un elenco íntegramente femenino, encabezado por Paulina García (Chile) y Jenny Navarrete (Colombia). Para Endara, fue fundamental cuidar la energía de las actrices y acompañarlas en un espacio tan exigente como lo es la actuación. “Protegerlas fue una prioridad durante todo el rodaje”, aseguró.
El reparto se completa con las panameñas Juliette Roy, Syddia Ospina y Marisol Salazar.
Querido Trópico tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto y en el Festival de San Sebastián. Hasta la fecha, acumula 15 reconocimientos en festivales de América y Europa.
“Para mí ha sido muy emocionante ver cómo una historia tan íntima, situada en un jardín tropical en Ciudad de Panamá, resuena en lugares tan distintos y distantes. Ver que el público en tantas partes del mundo se reconoce en esos cuestionamientos y emociones me confirma que el cuidado y la fragilidad son experiencias universales”, afirmó la cineasta.
Por su parte, Isabella Gálvez explicó que desde el inicio el equipo estaba mentalizado en realizar un “recorrido importante” por múltiples festivales, conscientes de que son una plataforma que ofrece “la oportunidad de conectar con personas de todas partes del mundo”.
Al tratarse de una coproducción entre Panamá y Colombia, el filme también estrenó en 31 salas de cine del país vecino. “Lo más bonito de la coproducción fue la oportunidad de trabajar con gente increíblemente talentosa, con quienes tuvimos mucha afinidad. Fue una colaboración entre países muy orgánica que, además de disfrutarse, aportó en lo económico y está siendo clave para que la película tenga mayor visibilidad”, añadió la productora.

Sobre el aspecto económico, y reconociendo que el cine latinoamericano suele enfrentar desafíos de financiamiento y visibilidad, Gálvez consideró esencial buscar asesorías y espacios de formación que fortalezcan el guion y el proyecto.
Luego, atreverse a coproducir, porque “abre nuevas posibilidades y le da más vida a la película fuera de Panamá”. También recomendó hacer un mapeo de festivales y mercados alineados con el tipo de cine que se está produciendo y, sobre todo, apostar siempre por un equipo que encaje con el espíritu del proyecto en todas las etapas, desde el rodaje hasta la promoción y la distribución.
Al recordar el recibimiento internacional, Gálvez evocó “el aplauso largo en San Sebastián, el público de Biarritz, en su mayoría mujeres, que nos otorgó nuestro primer Premio del Público, y la admiración de las espectadoras en India al descubrir que no había hombres en la película”.
Los días 13 y 14 de septiembre, Cinépolis Multiplaza y Cinépolis El Dorado presentarán funciones de la película en preestreno, mientras que el próximo 18 de septiembre estará disponible en todo el país.


