La audiencia del evento marcará su éxito, una tendencia que va al alza después de los años lastrados por la pandemia en los que el Óscar tocó fondo, quedándose en apenas 10 millones de espectadores. Por fin, el año pasado se rozaron los 20 millones de espectadores en todo el mundo y en este 2025 se aspira a sobrepasar esta cifra redonda.

Lejos queda el pico que se alcanzó en 2014 cuando más de 40 millones de espectadores asistieron al éxito de 12 años de esclavitud, el filme dirigido por Steve McQueen que consiguió tres galardones de la Academia de Hollywood, incluida mejor película.

Camino a los premios Óscar

Las nominaciones a los premios Óscar que han retrasado su lectura al 23 de enero, debido a los incendios que asolan Los Ángeles. EFE/EPA/ALLISON DINNER

Si el gancho para el espectador de la pasada edición consistía en dilucidar el final del duelo entre las dos grandes favoritas, Oppenheimer (Christopher Nolan, 2023) y Barbie (Greta Gerwig, 2023), también se añadía al atractivo de la ceremonia, su novedoso carácter globalizado: la coreana-canadiense Vidas pasadas (Celine Song, 2023) o la inglesa La zona de interés (Jonathan Glazer, 2023) optaban a la categoría estrella como mejor película.

En la edición de este año, la 97º, varios son los elementos que convertirán el escenario del Dolby Theatre y, por extensión, su alfombra roja en el punto de mira de millones de personas de todo el planeta, pero destaca una denominación común, la atención a la diversidad. Dos ejemplos dan cuenta de esta nueva tendencia de la Academia de Hollywood.

El fenómeno `Emilia Pérez´

Camino a los premios Óscar

De izquierda a derecha, Zoe Saldana, Selena Gomez, Karla Sofia Gascon y Adriana Paz, protagonista de 'Emilia Perez', película que se presenta con muchas opciones al Óscar. EFE/EPA/NEIL HALL

Desde su estreno mundial en el Festival de Cannes del año pasado, el narco-musical, Emilia Pérez, dirigido por Jacques Audiard, no ha parado de recibir premios y de hacer historia. En Cannes la película consiguió el premio del Jurado y el premio a la mejor interpretación femenina para el elenco femenino compuesto por Karla Sofía Gascón, Zoe Saldaña, Selena Gómez y Adriana Paz.

Esta historia que cuenta el deseo de un narcotraficante de convertirse en mujer, personaje que encarna Karla, ha supuesto un hito histórico. Ha sido la primera vez que una actriz trans ha obtenido el galardón de mejor actriz en Cannes. El premio lo recogió la propia artista con un emotivo discurso en contra del odio.

El 2024 terminó acariciando una vez más a este filme en la entrega de los Premios de la Academia del Cine Europeo donde obtuvo cinco estatuillas, entre ellas, mejor película y mejor actriz, esta vez exclusiva para Karla Sofía Gascón.

Y comenzado el 2025 los siempre ansiados Globos de Oro, antesala de los Óscar, reconocieron a Emilia Pérez con cuatro galardones, entre ellos mejor película de comedia o musical y mejor película de habla no inglesa. La película había conseguido ni más ni menos que 10 nominaciones.

La carrera imparable de Emilia Pérez sigue su recorrido esta vez con parada en los Óscar, donde acaba de obtener 13 nominaciones, superando a otras producciones como The Brutalist y el musical Wicked, que recibieron cada una 10 nominaciones.


Brasil y la histórica nominación de ‘Aún estoy aquí’

Brasil celebró con entusiasmo las tres nominaciones de I’m Still Here (Aún estoy aquí) a los Óscar, incluido al de mejor película, la primera vez en la historia que un largometraje de este país compite en la categoría principal.

Políticos, artistas y prensa se lanzaron a aplaudir la producción, que también cosechó nominaciones a mejor película internacional y a mejor actriz para Fernanda Torres, y que cuenta la lucha de la activista Eunice Paiva para saber la verdad sobre el desaparecimiento de su esposo durante la dictadura militar de Brasil (1964-1985).

“¡Viva el cine brasileño!”, escribió en redes sociales la Academia Brasileña de Cine, la institución que escogió este largometraje dirigido por Walter Salles para representar al país en los premios, que se otorgarán el 2 de marzo.

Aunque muchos daban por hecho que I’m Still Here competiría por mejor filme extranjero, su inclusión entre las contendientes para la categoría principal agarró por sorpresa al país.

La última vez que una película brasileña estuvo nominada a mejor extranjera fue en 1999 con Central do Brasil, también dirigida por Walter Salles, aunque fue solo por mejor película extranjera y no en la categoría principal.

La protagonista de ese largometraje, Fernanda Montenegro, madre de Torres, también compitió por la estatuilla de mejor actriz en esa edición de los premios.

Esta edición de los Óscar promete ser una noche en la que la diversidad se posiciona como la gran protagonista, una tendencia evidente tras la reciente incorporación de 487 nuevos miembros a la Academia, provenientes de 57 países. De estos, un 44% son mujeres, un 41% pertenecen a etnias o razas subrepresentadas, y un 56% provienen de países fuera de Estados Unidos.

Con un total de 10 mil 910 miembros, la Academia continúa apostando decididamente por visibilizar la diversidad. Cerca de 20 millones de personas estarán pendientes de los premios y discursos de la 97ª edición del certamen más prestigioso del cine internacional.