Si, tiempo para la enfermedad y es que caí enferma, producto de frecuentar varias reuniones. En fin, el ser humano es un ser social y es inevitable.
Lo bueno es contar con jefes comprensivos y vaya que tengo una que vale oro.
Los amigos juegan un papel fundamental en el proceso de cuando el cuerpo falla y Dios, como principal botón que enciende nuestras vidas.
Hablar de recursos humanos es también para hablar de la humanidad que no escapa nadie, de la sensación de necesitar pero sobre todo de identificar quiénes realmente valen la pena que estén en tu vida tanto en lo profesional como en lo laboral.
Es importante mantenerse activo incluso cuando se está enfermo. Los primeros días son un poco difíciles pero ¿qué no se cura con el tiempo? Ocupar la mente es la meta, analizar que está bien y que nos falta por hacer, verificar en qué perdemos el tiempo tratando de conquistar el mundo y en qué estamos fallando para poder mejorar.
Las comunicaciones instantáneas y la posibilidad de trabajar de manera virtual permiten atenuar la ausencia física.
Poder mantenernos conectados por correo electrónico, poder participar de alguna que otra reunión por zoom también es un beneficio, porque si nos anclamos al malestar no saldremos a flote.
Sin salud no se tiene nada y los planes se pueden esfumar. Lo importante es poder contar con un buen equipo de trabajo que te sirva de apoyo y que logres mantener activo el deseo de seguir contribuyendo, como decía mi papá: “muero con las botas puestas”
Recuerdo antes en los años 1990 como eran los estigmas de los trabajos y lo mucho que han variado. La genialidad y la oportunidad que van de la mano no se desorientan cuando las cosas van cambiando.
Viva la tecnología que a veces agobia, pero que da buenos resultados en el momento necesario.
Seguiremos en otra vuelta,

