Un reciente estudio de la Universidad de Harvard planteó que las dietas libres de gluten injustificadas podrían ser perjudiciales para la salud. La investigación concluyó que un número cada vez mayor de personas cree que el gluten, una proteína vegetal que se encuentra principalmente en el trigo, el centeno, la avena y otros cereales, puede aumentar el riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, problemas psiquiátricos y metabólicos, lo que ha resultado en la popularidad de las dietas que limitan su ingesta, sin importar si se tiene la enfermedad o no.

Los expertos niegan que estas creencias sean ciertas, ya que, tras rastrear más de 110 mil casos a lo largo de 26 años, no encontraron asociaciones significativas entre la ingesta de gluten y el riesgo de enfermedades del corazón. Más bien otro estudio realizado en Harvard arrojó que evitar el gluten puede llevar a una reducción del consumo de granos enteros beneficiosos, lo que podría aumentar  el riesgo de problemas cardiovasculares. “Promover dietas sin gluten entre personas no celiacas no debería alentarse”, advirtió el equipo de investigación.

Otros estudios concluyeron incluso que la gente que consume menor cantidad de gluten puede sufrir un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Por eso, la licenciada Lilith Davidson, nutricionista y dietista de la Universidad de las Américas,  advierte de que “si se decide ser gluten free sin la guía de un nutricionista, se pueden desarrollar deficiencias con mucha rapidez. Incluso anemia u osteoporosis”. Y esto, en gran medida, porque “se está limitando la ingesta de vitaminas, minerales y grasas saludables que alguien normal y no celiaco necesita”.

Por ejemplo, pocos alimentos sin gluten están enriquecidos o fortificados con nutrientes como ácido fólico y hierro, no ofrecen grasas saludables ni las vitaminas D o E, como  las harinas integrales.

Los riesgos de una dieta sin gluten para las personas sanas

LOS RIESGOS DE UNA DIETA

Celiacos por elección

Cuando se habla de una dieta libre de gluten siempre hay que recordar que las personas celiacas deben, sí o sí, extremar las precauciones, eliminando estos alimentos de su dieta por completo.

La enfermedad celiaca es una atrofia de las vellosidades intestinales que evita la absorción de los alimentos y los nutrientes, explica el doctor Vadim Cantón, de la Fundación Panameña de Celiacos.

En la dieta libre de gluten está la cura de la enfermedad y las molestias generadas por ella, y el único tratamiento es consumir alimentos sin esa sustancia. El 1% de la población padece de este trastorno. “Y muchos no lo saben hasta ya adultos, cuando finalmente logran ser diagnosticados”, asegura la nutricionista y dietista María Luisa Chuljak, del Hospital San Fernando.

Pero la licenciada Davidson advierte que si este no es su caso y lo está haciendo por elección o por moda, debe recordar que “al eliminar el gluten está quitando alimentos ricos en hidratos de carbono y esto hace que la variedad en la dieta se vea muy limitada y pierda nutrientes que sí necesita”, explica.

Al cortar una cierta cantidad de alimentos de la nada no se estará haciendo una dieta, sino alimentándose mal.

Al pan, pan

Para muchos nutricionistas best seller y las celebridades que los siguen, el gluten no es solo malo para celiacos, sino para todo el mundo. Es evidente el aumento de interés por las dietas sin gluten que, según la licenciada Chuljak “tiene poco que ver con una creciente conciencia de la enfermedad celiaca y mucho que ver con la popularidad de las dietas como la Paleo. Pero no es por el gluten en sí, sino porque algunos alimentos con esa proteína tienen una sustancia que se llama lectina, que te hincha y puede evitar que quemes grasa, aunque solamente si eres celiaco o intolerante al gluten”. Al resto de nosotros, simples mortales, cortar el gluten no nos va a hacer ni más altas ni más rubias.

Y si quiere dejar el gluten para perder peso, la verdad es que podría ocurrir justo lo contrario: “Se ha demostrado que muchos productos sin gluten son altos en carbohidratos procesados y azúcar”, precisa la nutricionista. Y añade que “obviamente, si comes menos comidas procesadas, menos grasas y dejas los productos que engordan, te vas a sentir mejor y hasta puedes perder peso”.

La baja de peso y otros “milagros” también se deben a un efecto placebo, “ya que prestas más atención a tu dieta, limitas los excesos, comes más frutas y verduras y disminuyes el azúcar”.

Al consumir alimentos más sanos el cuerpo absorberá esos nutrientes y reaccionará positivamente, con más energía. “Y si no, efectivamente descubres que eres celiaco o sensible al gluten y por eso dejarlo te hace sentir bien”, agrega Chuljak.

Los riesgos de una dieta sin gluten para las personas sanas

LOS RIESGOS DE UNA DIETA

Belleza sin gluten

El aumento de las personas intolerantes o sensibles al gluten (que no tienen la enfermedad, pero sí desarrollan síntomas) y la creciente moda de los productos sin la proteína, no ha dejado indiferente a la industria de la belleza. Celebridades como Lady Gaga, Miley Cyrus y Victoria Beckham la siguen por elección, y el mercado gluten free factura $5 mil millones a escala mundial. Para 2026 se estima que se triplicará la cifra. Lógicamente, varias marcas de renombre como Nars, Shiseido o Dior ya han empezado a comercializar maquillaje sin gluten, así como marcas de la cosmética ecológica como Weleda, Annemarie Börlind o Monalto Natura, que han lanzado al mercado bases, polvos, cremas, mascarillas y esmaltes permanentes sin gluten.

El doctor Cantón considera que ciertos productos que se consumen -como los labiales o la pasta de dientes- pueden producir molestias si tienen gluten, “pero el consumo es tan bajo que realmente no es perjudicial”. Por un lado, toda esta ola de productos sin gluten es buena para los celiacos porque hay más alternativas y opciones para ellos, pero en el fondo todo se trata de un aparataje de mercadeo, “que no tiene sentido si uno no tiene la enfermedad o es sensible a la proteína y no hay nada científicamente comprobado. Lo mismo con la dieta”.

Tal y como confirma Lilith Davidson, “es lógico que quitar harinas, dulces y pastas de nuestra alimentación puede ayudarnos a perder peso. Pero es importante reconocer la diferencia entre un régimen sin esta proteína y una baja en carbohidratos. No hace falta eliminar todos los alimentos con gluten ni hacer una dieta celiaca para lograr bajar de peso. Hay muchos otros planes de alimentación más indicados y sin tantas restricciones”, añade.

Todos los expertos consultados para este artículo  coinciden en que no hay que dejar de comer alimentos sin supervisión de un profesional. Si este considera que usted es celiaco, entonces le recomendarán hacerse los exámenes correspondientes para detectarlo.