En América Latina, 160 millones de personas viven con trastornos mentales, pero solo una de cada cinco recibe tratamiento, lo que evidencia una marcada brecha de atención en la región.

Las cifras fueron presentadas en el panel Panorama de la salud mental en América Latina, realizado en Cuernavaca, México, durante un seminario regional con periodistas, entre ellos de Panamá, organizado por la farmacéutica Viatris.

En el encuentro, especialistas analizaron los determinantes sociales y las barreras que condicionan la atención en salud mental.

El médico psiquiatra Pedro Gargoloff advirtió que las personas con trastornos mentales enfrentan múltiples obstáculos que impiden su recuperación y limitan el acceso a recursos adecuados.

“Las barreras son los obstáculos que impiden que las personas con trastornos mentales puedan alcanzar los recursos que necesitan para lograr la recuperación. Estas barreras se traducen, en definitiva, en brechas que generan que los recursos no estén disponibles para quienes los requieren”, explicó.

Entre los principales factores, el experto destacó la desinformación, el estigma y la discriminación, que afectan tanto la percepción social como la asignación de recursos. “Lo que no se sabe, lo que pienso y siento mal de la persona con trastornos mentales y, en función de eso, lo que hago, termina generando una baja opinión en la sociedad, lo cual repercute en un aporte insuficiente de recursos para resolver el problema”, agregó.

Expertos alertan sobre brechas de atención en salud mental en la región

La depresión continúa ocupando la principal posición entre los trastornos mentales, y es dos veces más frecuente en mujeres que hombres. Foto/Pixabay

Gargoloff también identificó limitantes vinculadas a pacientes, familiares, profesionales de la salud y gestores de políticas. Señaló que el autoestigma y el estigma por asociación impactan tanto en quienes padecen un trastorno mental como en sus familias, mientras que en el sector médico aún persiste una insuficiente capacitación en salud mental entre los profesionales de atención general.

Expertos alertan sobre brechas de atención en salud mental en la región

Barreras y brechas de accesibilidad a la salud mental.

En el ámbito de gestión, subrayó la insuficiencia presupuestaria y la desigualdad en la cobertura entre salud física y mental, con dispositivos comunitarios limitados frente a una creciente carga de enfermedad. En la actividad se recordó que la depresión y la ansiedad generan una pérdida anual de 1 billón de dólares en productividad, mientras que cada dólar invertido en el tratamiento de la depresión se traduce en un retorno de 4 dólares en ahorros y productividad.

Se estima que en los próximos años al menos cuatro o cinco trastornos mentales estarán entre las principales causas de carga de enfermedad, pero los recursos no se asignan en proporción a esa realidad, advirtió Gargoloff.

El especialista también mencionó los determinantes sociales que agravan la problemática, como pobreza, marginalidad, exclusión, inseguridad, violencia y corrupción. “Estos factores impactan directamente en la salud mental y dificultan el acceso a los recursos necesarios, afectando incluso la dignidad de las personas”, subrayó.

Expertos alertan sobre brechas de atención en salud mental en la región

Barreras de accesibilidad a los servicios de atención de salud.

Por su parte, Ricardo Corral, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras, señaló que, pese a que la pandemia visibilizó la importancia de la salud mental, aún son limitadas las acciones concretas de los Estados.

“El gran pecado es que sabemos qué hay que hacer y no es tan complicado; la cuestión es implementarlo y ordenarlo”, afirmó, al destacar que la inversión en salud mental no requiere necesariamente más recursos, sino un uso más eficiente de los presupuestos existentes.

Corral también alertó sobre la fragmentación de los sistemas de salud en la región, lo que dificulta la cobertura y genera desorden. Enfatizó la importancia del diagnóstico e intervención precoz para mejorar los resultados de los pacientes, y recordó que el abordaje debe ir más allá del tratamiento de la enfermedad: “No hay salud sin salud mental, pero tampoco hay salud mental sin salud física, porque la salud es una sola”, señaló.

Finalmente, instó a los comunicadores a promover hábitos de vida saludables y difundir tanto medidas de prevención como los avances en tratamientos y neurociencias, que hoy permiten ofrecer mejores respuestas a quienes atraviesan problemas de salud mental.