Por. Solangel Hurtado Mendoza
La vida se celebra en movimiento. La frase tiene doble intención cuando entendemos que nos movemos para celebrar y celebramos porque podemos movernos.
Con una maleta llena de mis outfits favoritos de ejercicio, llegué un viernes por la tarde al siempre moderno y cosmopolita hotel W Panamá para vivir el Wellness Weekend: un fin de semana de bienestar con un programa integral diseñado por el hotel que conecta ejercicio físico, gastronomía sensorial y experiencias que despiertan los sentidos.

Luego de dejar mi equipaje en una de las habitaciones del hotel —que me sorprendió por su diseño de alto contraste, con almohadones de mola y arte inspirado en lo local, además de su vista panorámica de 180° hacia el jardín de edificios del centro de negocios de la capital panameña— me alisté para mi primera clase: pilates.

En Fit Studio, un salón con ventanales y luces tenues multicolor, participamos en una clase de pilates en mat para trabajar todo el cuerpo, con énfasis en el core. Era mi primera vez practicando esta disciplina, que resultó ser más intensa de lo que aparentaba, y mi cuerpo sintió esa conexión entre respiración, energía y fuerza.
Esa noche, en el restaurante Moró, degustamos su menú Wellness. El chef Fernando Urrutia nos presentó una cena que incluyó propuestas como ensalada de wakame con concolón, rollitos de tofu con salsa de mantequilla, tataki de atún con quinoa y aguacate a la parrilla, y un mousse de coco con bizcocho de matcha. Sabores que permanecen en la memoria.

El sábado por la mañana comenzó con un desayuno energizante en el bufé de Moró, para luego continuar con la clase que elevó nuestro ánimo hasta el cielo: aquafitness, guiada por la instructora alemana Carmen Drebinge. Dentro de la piscina, nos condujo a través de su método de ejercicios bajo el agua, exigente y lleno de energía, pensado para lograr resultados visibles en la silueta.
Otra de mis primeras veces durante el Wellness Weekend fue experimentar una clase de Kor Elevé, una actividad física que mezcla pilates, ballet y funcionales. Dictada por la entrenadora Paola Porcell, de The Kor House, la sesión —repleta de mujeres— nos activó con intención, utilizando herramientas como bandas elásticas que retaron nuestros músculos, al ritmo de un playlist dosmilero que no falló.
Wellness Weekend busca reconectar con lo esencial, revitalizar cuerpo y mente, y celebrar la vida en movimiento. La propuesta no es solo una pausa, sino una invitación a vivir cada momento con intensidad, encontrar balance entre energía y calma, y compartirlo en comunidad.

