Por: Solangel Hurtado Mendoza. Fotos: Cortesía
Sobre el ritmo danzante de la metrópolis dominicana se encuentra el hotel JW Marriott; un oasis de sofisticación que no deja ninguna sensación al azar. Su gerente general, Yudit García, describe la experiencia a ELLAS como “sumergirse en un lujo urbano que combina comodidad, diseño contemporáneo y una ubicación privilegiada”. Sus habitaciones con vistas panorámicas, su majestuoso lobby, cada detalle del hotel refleja una elegancia moderna pensada para viajeros que buscan más que un lugar para descansar: buscan conectar.
Conectado directamente con BlueMall Santo Domingo, el centro comercial más exclusivo del país, el hotel permite a los huéspedes disfrutar de compras de lujo sin salir del edificio. Marcas como Louis Vuitton, Cartier, Tiffany & Co., Carolina Herrera y Rolex son parte del recorrido, lo que convierte cada estancia en un viaje entre boutiques, aromas gourmet y vitrinas llenas de estilo.
Al caer la tarde, el Vertygo 101 Lounge & Bar se convierte en uno de los espacios más atractivos del hotel. Su terraza con piso de vidrio suspendido sobre la ciudad ofrece una experiencia visual que se queda grabada, ideal para disfrutar un cóctel mientras el sol se oculta sobre Santo Domingo.
La gastronomía es, de hecho, uno de los pilares del JW Marriott Santo Domingo. Su propuesta fusiona la creatividad del lujo contemporáneo con los sabores de la República Dominicana. García destaca platos como el Creamy Rice, preparado con mariscos frescos y coco, que “refleja la riqueza del Caribe y la conexión del hotel con su entorno”. Además, cada miércoles, La Tavola di Pasta invita a disfrutar de una noche italiana con pastas frescas preparadas al momento, mientras que el brunch dominical, con mimosas ilimitadas, celebra los sabores locales en un ambiente festivo.
Pero el lujo no solo se vive en la mesa. El hotel invita a mantener el equilibrio entre bienestar y descanso a través de su piscina infinita al aire libre, con vistas espectaculares de la ciudad, y acceso directo al Gold’s Gym, ideal para quienes no abandonan su rutina fitness. En palabras de su gerente: “Queremos que nuestros huéspedes encuentren un balance entre cuerpo, mente y alma durante su estadía”.
Su ubicación también permite descubrir la esencia de Santo Domingo. A pocos minutos se encuentra la Zona Colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde los viajeros pueden visitar la Catedral Primada de América, el Alcázar de Colón o recorrer el Malecón frente al Caribe. El equipo de concierge organiza recorridos personalizados que incluyen tours gastronómicos, visitas a museos y excursiones culturales.
Para Yudit García, el verdadero lujo está en los detalles y en el servicio. “El lujo es detenerse y conversar, liderar con un sí, agregar el toque inesperado y actuar de inmediato”, explica. “Mi trabajo es servir, porque como decía la madre Teresa de Calcuta, el que no sirve para servir, no sirve para vivir”.
Hospedarse en el JW Marriott Santo Domingo es descubrir una nueva forma de vivir el lujo: cercana, cálida y profundamente dominicana. Un lugar donde cada experiencia, desde un cóctel sobre la ciudad hasta un paseo por la historia, invita a disfrutar la elegancia sin prisa.