Por: Diana Fernández. Fotos: Cortesía
La adopción responsable, la esterilización y el bienestar animal son los pilares del “Efecto Ringo”, una ola de sensibilidad y compromiso hacia las mascotas que ha llegado a Panamá.
Impulsado por la línea de alimentos para perros Ringo, este movimiento nació en Colombia, donde, actualmente, es una marca líder con 36% de participación en el segmento de mascotas.

“Ringo nació con la misión de democratizar la buena alimentación para mascotas. Luego, durante la pandemia, vimos olas de abandono: antes del encierro, durante y después, con el regreso a la presencialidad. Nadie estaba liderando la bandera de la tenencia responsable. Entonces la compañía decidió asumir ese rol: apoyar la adopción, la esterilización y una mejor calidad de vida”, explicó a ELLAS Camilo Jaramillo, gerente general del Joint Venture Grupo BIOS y CMI.

Jaramillo destacó que no se trata de “marketing”, sino de “una estrategia de compañía, sostenida en el tiempo, con el único objetivo de ayudar a perros y gatos vulnerables”.
“El Efecto Ringo representa esas segundas oportunidades: un cambio total para estos animales y familias dispuestas a dar y recibir amor, a encontrar felicidad para siempre”, se lee en un comunicado compartido con ELLAS.

En Panamá, este movimiento realizó una campaña para donar alimentos: cada persona que compartiera el video del evento de lanzamiento, publicado en @efectoringocam, representaba una bolsa de comida destinada a Misión Patitas, del Despacho de la Primera Dama. La respuesta fue tan alta que no solo alcanzaron la meta, sino que lograron superarla.
“Teníamos como meta cinco toneladas, con un tope de 10 toneladas. La respuesta fue increíble: más de 115 mil compartidos, así que llegamos al máximo de donación”, detalló el gerente.

Ringo, alimento que contiene 24% de proteína, siete minerales orgánicos e inorgánicos, ingredientes seleccionados y un sabor atractivo para las mascotas, está disponible en puntos de venta de todo el país. “Nada hacemos generando productos de muy buena calidad si la población no los puede adquirir. Ahí es donde redondeamos todo el ejercicio”, señaló Jaramillo.

“Nuestro propósito es eso, que haya menos perros en condiciones de calle, que hayan segundas oportunidades para los perros y los gatos, que finalmente la gente entienda que las mascotas son seres que sienten y como tal merecen todo el respeto posible”, mencionó.

