Iniciar un proceso de transformación del cuerpo, como bajar de peso, ganar músculo y tener una mejor salud, es un cambio 360° que se extiende mas allá del gimnasio.
Va pedir de ti 3 cosas innegociables: disciplina, visión a largo plazo y compromiso con el proceso que te llevara a la meta. Asimismo, estos principios son los que te llevarán a una transformación financiera
Veamos algunos puntos:
1-¡Hagamos un diagnóstico! Tanto tu cuerpo como tu cuenta bancaria no mienten.
Necesitamos saber dónde estamos parados. Tal como cuando te subes a la pesa y revisas hasta tu índice de grasa corporal, revisa los elementos fundamentales de tus finanzas: ¿Cuánto ganas? ¿Cuánto gastas? ¿Cuánto debes? ¿Cuánto ahorras? ¿Cuánto inviertes?
Así como existen apps para llevar un tracking de macros y calorías, también existen para monitorear tu dinero y hacer planes financieros.
2-Todo son decisiones diarias, tanto en la nutrición como en el dinero.
No es ningún misterio que la comida rápida es tentadora, pero así como te satisface un gusto inmediato, también te pasa una factura que no siempre notas al principio. Es el mismo caso con las compras impulsivas.
De la misma forma en que aprendes a elegir una proteína que cumpla con tus objetivos (por ejemplo, baja en azúcar), también debes tomar decisiones pensadas en objetivos financieros como ahorrar en vez de gastar en cosas sin un valor real.
Cosas que apoyan a ambos mundos incluyen decisiones como:
Comer en casa: más barato y más saludable.
Definir una “dieta financiera” que cumpla con tus objetivos, limitando los gastos hormiga, igual que harías con las calorías vacías.
Recompensarte por los hitos alcanzados, pero con medida: un gusto que no descarrile tu progreso y esté dentro de tu plan.
3- Lo que no se mide, no se mejora.
Igual a como llevas registro de repeticiones y avances en tu físico, lo mismo deberías hacer con tu avance con las finanzas.
Metas pequeñas son clave: ahorrar el 10 % de tus ingresos, abonar extra a una deuda o aprender sobre inversiones para cuando estés listo.
Sé visual, lleva una hoja de progreso mensual (como tu bitácora de entrenamiento), donde puedas marcar avances, identificar lo que falta y definir metas muy puntuales, como: ahorros específicos, fondo de emergencia o tu primer fondo de inversión.
4- Mantén buenas influencias cerca de ti: cuerpo y finanzas fit.
El entorno importa. Rodéate de personas que se cuidan y entrenan para que sea mas fácil mantener la motivación. Pasa lo mismo con las finanzas. Sigue creadores de contenido que hablen tanto de salud como de finanzas, únete a grupos de personas que persigan metas como las tuyas y donde se compartan datos útiles y, por supuesto, consigue un compañero financiero que comparta tus metas financieras así como en los entrenamientos.
¡Así que ya sabes, cuerpo en forma, mente enfocada y finanzas fuertes!