Si está cansado de que todos le consideren una buena persona, aburrido de que nadie desconfíe de usted en el trabajo, con ganas de despertar malos pensamientos… le traigo la solución: Manual para caer mal en la oficina. Un documento vergonzoso y pegajoso como el menú de un mal restaurante y que se une a mis otros manuales que dan pena, pero alguien tiene que decir hacerlo.

Acompáñeme a este mundo de bajeza y sepa cómo ser esa persona antipática que todos evitan en los talleres de cuerda aunque no se lo digan en su cara.

1. No salude. ¿Oyó? Nunca. Entre por la puerta de la recepción y no diga ni pío. No importa que se tropiece con alguien de frente. Si le dicen buenos días, pórtese como una pared.

2. Hable con los demás solo cuando necesite un favor. Allí sí, usted dice: buenos días, por favor y gracias.

3. No trabaje en equipo. Usted es una isla. Haga su trabajo y vaya por fuera. Si le queda tiempo póngase los audífonos, parezca ocupado. No se atreva a preguntar a otros ¿qué falta? Mejor actualice sus redes sociales.

4. Hable mal de los demás. Conviértase en ese ser que tiene un chisme de todos. Ese que apenas uno le da la espalda queda hablando mal de uno.

5. Adule. No, lo dije muy lindo. Sea lambón, es lo correcto. Contacte con alguien de alta jerarquía y ofrézcale ser sus ojos y oídos. Cuéntele todo lo que pasa en la oficina y lo que no sepa, invénteselo. Advierto de que no podrá permanecer en el anonimato mucho tiempo. Un lambón se reconoce. Aunque él piense que no.

6. Haga poco, poquísimo, y gane bien. Si sigue con cuidado el paso 5, fácil entrará y se mantendrá en esta categoría.

Termino aquí. Ya no puedo escribir más bajezas. Venderé este instructivo con un descargo de responsabilidad. No respondo por los remordimientos de conciencia. ¿Ah, que usted no tiene? Estamos bien, entonces. Prometo otro manual a finales del próximo mes. Quizás Manual de mal vecino. Acepto sugerencias.