“Fue una tarde diferente, cuando me hallaba sentada en el clóset de mis sueños, ese que he enseñado en redes sociales en varias ocasiones.
Me sentía agotada; pero, como siempre, con ganas de seguir trabajando por mis metas. Llevaba puesta ropa cómoda, andaba descalza, con el cabello cayéndome apenas sobre mis hombros; traía mis lentes negros, los que uso bastante seguido.
Decía que era una tarde diferente porque, siendo aún temprano, me encontraba en casa. Pocas veces ocurre y disfruto mucho cuando sucede: ese tiempo lo invierto en mi cuarto de inspiración, creando. Se trata de uno de mis grandes pasatiempos.
El clóset de mis sueños no es un simple clóset, es uno inmenso, con su mesita de vidrio y dos sillas de acrílico. Sobre esa mesita suelo colocar mi laptop, mi agenda, una pluma y mi calculadora. Es mi cuarto de inspiración y estoy segura de que desde ahí seguirán saliendo las ideas que me conduzcan por el camino hacia mis metas.
Sentada ahí, en el clóset de mis sueños, me quedo como en trance, pensando, por ejemplo, en qué escribir. Son tantas las ideas que acuden a mi mente, a tanta velocidad, que la posibilidad de poder hacerlas realidad parece imposible.
Confieso que en más de una oportunidad me he sentido estresada por esa razón, a punto de desanimarme, pues considero que cuando dejamos las ideas en el aire, se rompen como burbujas al viento, que flotan un rato y se desvanecen. Y no quiero ver mis sueños desvanecerse.
Las ganas de escribir un libro vienen desde hace varios años; pero mi vida está llena de aventuras y retos, y descuidé mi gran sueño personal. Aquella tarde diferente, sentada en mi clóset con la mirada perdida, llegaron a mi cabeza unas palabras que debí escuchar en algún lado y que resonaron ahora tan fuertes como acabadas de decir: Vivir exige tomar decisiones ante las oportunidades que pasan; o las tomas o se te va el tren y te quedaste.
Fue esa una tarde diferente, es verdad; porque llegué temprano a casa, porque pude dedicarme a lo que me gusta más. Pero también fue especial esa tarde por otra razón: rescaté uno de mis primeros sueños, ya a punto de desvanecerse. Lo retuve en mi mente, el lugar donde nacen los sueños, donde se fortalecen, y decidí hacerlo realidad.”
Extracto del libro “Las Tres Joyas De Mi Corona” por Sheldry Sáez (Best Seller en Panamá)
*Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.


