Estoy segura de que quieres ganar más, ¿verdad? Eso está claro, pero, el problema es ¿cómo lograrlo?
Cuando pensamos en generar ingresos extras muchas veces nos paralizamos y no sabemos cuál es el primer paso, qué ideas me pueden funcionar o peor aún, pensamos que es “demasiado trabajo” y terminamos más abrumados sin siquiera haber iniciado. Pero, ¿qué pasaría si el primer paso no fuese tan complicado y sólo sería fijarte en lo que ya haces bien?
El verdadero punto de partida
Comienza sincerándote y haciendo un trabajo reflexivo sobre tus habilidades y experiencias. Medita sobre aquellas habilidades que tienes, cosas que haces con naturalidad, que los demás notan y que a veces te piden “de favor”. Por ejemplo, si eres una persona organizada y ayudas con la planificación, si tienes buena redacción y siempre te piden que revises textos, correos o presentaciones.
También, podrías considerar si eres una persona que se expresa muy bien, que sabe explicar las cosas con claridad y quizás puedes brindar clases o asesorías del tema de tu experiencia.
Todo tiene su valor y sin duda, esas habilidades las puedes monetizar.
No necesitas tenerlo todo
Olvídate de empezar en grande o con la “versión perfecta”. Para empezar, no es necesario que tengas una página web, un logo o un lugar físico. Lo único que necesitas es claridad de la habilidad que quieres monetizar, la disposición para ofrecerlo y cobrar por ello.
Validar tu idea puede ser tan simple como conversar con alguien, resolver un problema puntual y observar si hay interés o demanda real.
Más allá del mito de que tiene que ser una “gran idea” la verdad es que debe ser una iniciativa que haga sentido para ti y que puedas sostener en el tiempo.
¿Por dónde empezar?
1. Comienza haciendo una lista de tus habilidades. Piensa en aquello que disfrutas, que haces con facilidad y que otras personas valoran.
2. Selecciona una sola habilidad para probar. Enfócate en aquella idea que te entusiasme y puedas sostener en el tiempo.
3. Haz una prueba sencilla para validar la idea. Ofrece tu servicio a alguien cercano, prueba en pequeño antes de invertir tiempo o dinero.
4. Ponle precio. Tu tiempo, tu conocimiento, tus habilidades tienen valor y cobrarlo es parte del proceso.
5. Evalúa cómo te sentiste y pide retroalimentación. ¿Te gustó? ¿Tuviste una buena respuesta? Estos primeros pasos te ayudarán a adquirir experiencia. Este pequeño plan es una forma de salir de la parálisis y empezar a convertir una habilidad en una fuente de ingreso real.