Nadie sueña con un negocio pensando en pérdidas. Claramente, tratamos de tomar las mejores decisiones para nuestro gran sueño de ser empresarios y, a veces, debido a nuestra inexperiencia, cometemos errores costosos.

Hablamos de errores que nos hacen perder dinero y que revelan mucho sobre nuestra toma de decisiones financieras en el negocio.

Dado esto, hoy queremos compartir algunos escenarios reales que hemos observado tanto en nuestra experiencia como en la de algunos estudiantes. Además, destacaremos importantes lecciones aprendidas después de tomar decisiones tan desacertadas y perder dinero.

Error N.1: No invertir en asesoría profesional

No optar por “gastar en asesoría” porque puedes hacerlo tú mismo o eso te han dicho. En Panamá, hay ciertos trámites para registrar tu emprendimiento que puedes realizar por ti mismo, sin necesidad de contratar a un abogado. Muchos emprendedores optan por esta ruta para evitar “gastar” en algo que, en teoría, no necesitan. Sin embargo, si no estás seguro de cuál vehículo legal te conviene y cuáles impuestos deberías pagar, entre otras cosas, podrías enfrentar consecuencias graves, como una penalización cuantiosa. Por lo tanto, una consulta para guiarte en el trámite podría haber costado mucho menos que la multa, además de proporcionarte orientación sobre qué hacer y hacia dónde dirigirte.

Algunas asesorías básicas para los emprendedores incluyen a los abogados y contadores, incluso si estás comenzando. ¡No subestimes su importancia!

Error N.2: No hacer acuerdos por escrito

Como emprendedores, a menudo estamos tan inmersos en la rutina diaria que descuidamos los procesos y la formalidad de las cosas. Pensamos que podemos manejar todo basado en la confianza, hasta que nos damos cuenta a través de duras experiencias que no es así. Esto ocurre con frecuencia en las etapas iniciales del emprendimiento, donde las inseguridades sobre si el negocio despegará, si atraeremos buenos clientes o el temor a poner barreras que puedan impedir cerrar un trato nos afectan.

Adoptar una mentalidad empresarial es esencial, y debemos dejar atrás el síndrome del impostor que nos impide actuar como empresarios. La formalidad es imprescindible. Una cotización, un acuerdo de entendimiento o un contrato de servicios que defina la programación de pagos, la metodología y el alcance de los servicios son elementos que te protegerán como emprendedor y establecerán relaciones comerciales saludables y duraderas.

Es fundamental aclarar las cosas desde el principio con clientes, proveedores y socios para evitar futuros problemas.

Error N.3: Optar por la opción más económica

Siempre hay alguien que ofrece servicios esenciales a precios extremadamente bajos, como la creación de una página web o una pasarela de pagos. Con responsabilidad, realizas un pago inicial del 50%. Sin embargo, después de un par de semanas, la persona desaparece o el producto final nunca llega.

Cuando se trata de elementos fundamentales para tu negocio, la calidad es crucial, ya que tienen un impacto significativo. Este escenario es algo con lo que todos los emprendedores hemos lidiado en algún momento. Por lo tanto, es esencial trabajar con proveedores bien recomendados y que, aunque nadie es perfecto, al menos tengan la ética laboral necesaria para cumplir con la misión de emprender.

Si has cometido errores en tu negocio que te han costado dinero, en lugar de culparte o sentirte mal, aprovecha la oportunidad para aprender valiosas lecciones y considerar qué mejoras puedes implementar.

* El autor es co fundador de la plataforma Bolsillo y Sencillo

* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.

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